Al encuentro de Germinans germinabit

Carta abierta a Mn Francesc Espinar Comas

Un saludo fraterno.
Aunque poco nos conocemos personalmente, he decidido escribirte esta carta pública. Tras la aparición en la página web “Germinans germinabit” de una carta anónima titulada “Denuncia de un feligrés de la iglesia de Sant Jaume” y como rector de esta parroquia he realizado indagaciones que me han llevado a ti.
En la citada carta se vertían una serie de acusaciones injustas sobre el diácono permanente que ejerce su ministerio en esta parroquia y sobre la situación de esta iglesia que acompaño. La persona anónima se presentaba también como miembro de la junta de una de las cofradías que tienen sede en Sant Jaume. Tras reunirme con los miembros de esta cofradía he podido constatar que ellos desconocían y repudiaban esta carta y su contenido. El responsable del anónimo ha reconocido públicamente su autoría y así he podido conocer que tú eres una de las personas implicadas en “Germinans germinabit”.
Desde mi actividad en los medios de comunicación conozco bien la trayectoria de la página web en la que participas. Este medio digital se ha basado en el anonimato para presentar acusaciones injustas contra obispos, sacerdotes, diáconos y seglares. En la impunidad de lo oculto ha dejado sin defensa a las personas, ocasionando graves situaciones que rompen la comunión eclesial y la propia convivencia cívica.
Como creyente el hecho de actuar desde el anonimato, y encubriendo a otros su anonimato para levantar falsedades, supone alejarse totalmente de la caridad cristiana y colocarse fuera del Evangelio y de la iglesia. Son muchas las personas que han quedado heridas desde esta impunidad.
Tú presencia como sacerdote hace más grave la situación. La fraternidad es una de las señales del presbiterado que compartimos. Por eso quiero solicitarte un cambio radical en cuanto me siento afectado por tu actuación. Lo que te solicito, en la estela de la misa crismal que juntos acabamos de celebrar, y confiando en que la conversión siempre es posible.
Cordialmente, en la puerta del Triduo Pascual
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