No he querido saber si eligieron ayer presidente de Cataluña al Kim Torra o como se llame. No deseo saberlo, estoy triste con la elección de una persona tan propagador de odio y división como ese personaje. No sé que le he hecho yo, o mi madre, o mi padre, o mis vecinos, o muchísima gente del resto de España para que nos odie tanto ese señor. No lo sé. Solo sé que quiere hacer daño en Madrid como en Cataluña.

Soy de esos madrileños que les gusta escuchar a un catalán con su acento en castellano, que me encanta oírles en catalán, que uso tanto el “bona tarda” como el “buenas tardes”, o el “adeu” como el “adiós”. No sé catalán, no tengo casi ni idea, pero me gusta ese idioma tan semejante al mío y que comprendo parte de lo que en el me digan. No tengo ningún prejuicio a Cataluña, solo preocupación porque esta división que algunos pretenden solo persigue forjar un odio que no va conmigo, y un echar abajo todo lo que hemos construido y despertar un egoísmo entre personas de este país nunca antes conocido.

El odio que el secesionismo promueve, dará sus votos al secesionismo, como la unidad de España votos a los otros, pero en medio de esta disputa están en juego nuestras pensiones, nuestra sanidad pública, nuestra prestación por desempleo y nuestro empleo, nuestras viviendas dignas, nuestra educación pública, etc, porque despertando todo ese egoísmo que suma votos de confrontación despertamos la insolidaridad y hacemos víctimas a los enfermos, a nuestros mayores, a nuestros estudiantes, a nuestros inmigrantes de diversos países aquí residentes, a nosotros mismos.

No sé a donde llegaremos con todo esto, a buen sitio no vamos a llegar. ¿Cuánto cuesta identificarnos no con las banderas sino con este ESTADO SOCIAL que entre todos hemos construido? ¿No somos conscientes que estamos endeudados hasta las cejas y que un experimento como este (con o sin gaseosa) va a acabar mal para todos? Algo hay que hacer para arreglar tan difícil situación, porque los posibles futuros que pueden surgir de esto, la mayoría de ellos no son nada buenos. No es la unidad de España lo que me preocupa, es el peligro en el que estados todos metidos con ese odio que intentan promover los políticos como Kim Torra, porque generan odio en Cataluña y en Madrid.

Por eso evito poner el telediario o abrir El Mundo o El Pais o el ABC, porque me descorazona lo que voy a ver, porque no siento odio por Cataluña y los catalanes, siento mucha pena por todos nosotros y por lo víctimas que vamos a ser de todo esto.