Izquierda Unida vuelve a lucirse con una actitud fascista. En este caso abrazando la postura más intolerante y ridícula por la visita de Benedicto XVI. Personalmente no estoy de acuerdo en los gastos de la visita ni en el montaje de multitudes que van más a pasárselo bien y a ver al Papa que a un acto puramente religioso.
Pero hay que respetarles aunque uno no este de acuerdo. Izquierda Unida no entiende la palabra respeto, y al no entenderla no entiende donde está la línea que separa la tolerancia de la intolerancia. Y tristemente, a base de radicalizarse, se han pasado varios pueblos.
Muy mal por la formación de Cayo Lara.