La interpretación que hacemos del relato de Sodoma y Gomorra.

La interpretación del relato de Sodoma y Gomorra ilustra muy bien la visión que cada uno tiene de su Fe, de Dios y de la salvación. Por ello, es uno de los relatos bíblicos más interesantes si observamos la conclusión que cada uno saca del mismo. Unos lo usarán para justificar sus prejuicios contra los no creyentes o los homosexuales, y otros lo enfocamos desde una perspectiva diferente, pensando en que la oración y relación con Dios también ayuda a la salvación de los demás.

Lo importante de este relato no es la destrucción de Sodoma y Gomorra, sino la intercesión de Abraham por dichas ciudades al presentarse Dios ante él. Abraham se acuerda que conoce a gente de dicha ciudad, Lot y su familia por ejemplo, e implora a Dios por ellos e incluso usa a estos hombres justos para salvar incluso al resto. Y Dios, que escucha las oraciones, admite que no destruirá dichas ciudades si en ella hay gente buena. La oración por la salvación del prójimo surtió efecto. Otra cosa fue lo que les sucedió a los emisarios de Dios al llegar a dicha ciudad, que viendo que el etremo de maldad estaba tan enraizado en aquellas gentes, que salvaron a Lot y su familia y destruyeron la ciudad. Pero recalco, salvaron antes a Lot y su familia, que no digo yo que las hijas fueran buenas piezas teniendo en cuenta que emborracharon a su padre y se acostaron con él después.

Por donde quiera que mire, veo mucha ansia ajena por parte de algunos por ver condenados a otros al infierno. Este relato sirvió para meter a los homosexuales en el infierno, curioso que no lo planteasen con el mismo afán para los violadores. Pero este relato bíblico deja a cada uno en su sitio según como les de por leerlo. De su lectura saco como conclusión que rezar a Dios por la salvación del prójimo está al alcance de cualquiera, y que Dios escucha dichas oraciones. Pero quienes no rezan a Dios por la salvación de los demás, dudo mucho que comprendan ese mandamiento de Jesús-Dios de amar a tu prójimo, porque amar también implica que te importen esas personas, y te arrodilles y reces por ellos. Y que me conste, la mayor parte de la población de este mundo es buena y merecedora de la salvación. Triste es quienes se empeñan en proclamar su condenación teniendo menos piedad por ellos que la que hasta Dios se planteó tener por Sodoma y Gomorra. Pero eso ya dice de la clase de bondad de cada uno, si es bueno por costumbre o porque le nace de la misericiordia de su corazón.
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