Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano
"Estamos aquí para bautizar, dar el regalo de la fe a nuestros niños, que son los protagonistas de esta ceremonia. Ellos mandan porque es su fiesta", planteó el Pontífice durante una improvisada homilía frente al Juicio Final de Miguel Ángel durante la celebración que encabezó esta mañana en la Capilla Sixtina.
"Por ahora están silenciosos, ninguno llora. Pero es suficiente que uno empiece y se arma el concierto. Si tienen hambre, amamántenlos, y si tienen calor, sáquenles la ropa. Son los protagonistas", agregó el Papa durante la ceremonia en la que estuvo acompañado por los cardenales Konrad Krajewski y Fernando Vérgez Álzaga.
El tradicional bautismo de niños y niñas en la sala decorada con los frescos de Miguel Ángel había sido cancelado en 2021 a causa de la pandemia de coronavirus y volvió a hacerse en 2022. Según Francisco, los niños que reciben el bautismo "nos dan el testimonio de cómo se recibe la fe: con inocencia, con el corazón abierto".
"A ustedes, padres y padrinos, les deseo que la vida de ustedes ayude y acompañe en el crecimiento a los niños, es una forma de ayudar a que la fe crezca en ellos", dijo el pontífice a los padres y madres, empleados de la Santa Sede, presentes en la sala más famosa de los Museos Vaticanos.
"Dios les dará una vida nueva, ustedes tienen el deber de educarlos en la fe", recordó Francisco a los padrinos y madrinas.
Con la ceremonia de hoy, Francisco continuó un año más una tradición impulsada por el hoy santo Juan Pablo II para recordar el día en el que el calendario litúrgico recuerda el bautizo de Jesús en las aguas del río Jordán.
"Esta vela significa las raíces cristianas de su familia. Cuando haya problemas, mírenla", les dijo a los presentes al finalizar, una vez que los niños y niñas habían recibido el sacramento y los padres y madres ya tenían en sus manos las velas iluminadas.