En un gesto que muestra la coherencia de las grandes líneas geopolíticas del pontificado del papa Francisco, el Vaticano rechazó una donación de la empresa italiana Leonardo, fabricante de tecnología aplicada a varios ámbitos incluida la industria armamentista, que buscaba dar un millón y medio de euros al Hospital Pediátrico de la Santa Sede para la compra de aparatos médicos.

El Bambino Gesù (Niño Jesús en español) rechazó un millón y medio de euros de Leonardo por la implicancia de la firma en la elaboración de armas, una industria criticada por el papa Francisco y la Santa Sede, informó hoy el diario La Repubblica.

La decisión se da tras las frecuentes críticas del Papa al excesivo gasto militar a nivel mundial, especialmente en comparación con los recursos necesarios para terminar con la desnutrición infantil.

La firma italiana, controlada en un 30% por el Estado, tiene entre sus negocios los helicópteros militares y sistemas de defensa con aplicación bélica, además de proveer servicios de seguridad e inteligencia a organizadores de eventos masivos.

Según Repubblica, la idea de Leonardo era donar el dinero para la compra de una máquina de tomografías pero ante la negativa del Vaticano destinó la donación al hospital Gaslini de Génova.