Días para todo. También sin tabaco
Procuro aprecer los viernes, pero no me fue posible. Pido discupas.
En castellano y en galego
Los 365 o 366 días que puede tener cada año no son suficientes para las dedicatorias diarias, por eso sería recomendable tener por lo menos tres almanaques colgados juntos a ver si hay un hueco para tanta dedicatoria. Muchas tienen finalidades comerciales o consumistas, y da pena pensar que, por ejemplo: el día de la madre o del padre, pretendan que se mida el cariño, tomando como base el precio del regarlo que se les haga si viven. En esta dinámica y para estar al día no tardarán en instaurar el día del actual compañero de la madre, o de la compañera del padre, y después, el del compañero del padre y compañera de la madre, y así casi hasta el infinito. Para los que ya no tenemos los padres con nosotos, ni una pista de recordatorio.
No siempre es así. Casi todo lo que es algo relevante va teniendo su día y no deja de ser chocante que a la Paz sólo se le dedique uno, el 27 de septiembre, a mayores de que la Iglesia Católica le dedique también la jornada del 1 de enero.
Si no conté mal, al cáncer y sus distintas ramificaciones por el cuerpo humano se le dedican unos 11 días. Todo será poco si se cumplen los fatídicos pronósticos de que en un plazo corto lo padecerán uno de cada dos hombres y una y de cada tres mujeres. Ya hoy se habla de que es causa de la muerte de 6.000.000 de persona cada año.
La palabra cáncer aún sigue siendo tabú para muchos, a pesar de que ese bicho ya es nuestro compañero de camino inseparable. A mí ya me visitó también y llevó consigo la laringe con sus cuerdas bucales, dejándome a cambio una modificación radical en el organismo y en los hábitos de vida; pero, de momento, puedo decir que “tuve” cáncer. Mañana no sé si reaparecerá el mismo de segunda mano, o aparecerá otro nuevo a estrenar. Pero por pronunciar su nombre no vendrá ni dejará de venir, a no ser que demos por buena la tesis del gran Don Álvaro Cunqueiro de que “al pronunciar el nombre de una cosa ejercemos cierto poder de atracción sobre ella y por eso muchos granjeros gallegos no invocan el nombre del zorro, sino que le llaman: o golpe, o otro, o alfonso, como se llamaron también muchos reyes de Castilla”.
Bien, pues un día que, sin ser directamente contra el cáncer, lo es también, según dicen, contra unas de sus causas principales, tendrá lugar el próximo 31 de mayo. Día Mundial Contra el Tabaco, así decretado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el fin de poner de relieve los riesgos asociados con el tabaquismo y de abogar por políticas eficaces para reducir su consumo. La campaña para este año, 2017, se presenta con el lema: “El tabaco, una amenaza para el desarrollo”.
Después de leer lo que se dice “oficialmente” en relación con el tema y que cualquiera puede consultar en internet, volvió a venirme a la mente aquel principio por el que me regí durante muchos años y que era: “Prefiero equivocarme alguna vez por confiar, que acertar siempre por desconfiar”. Me parecía que vivir en permanente desconfianza tenía que ser uno vivir en angustia constante, mientras que equivocarse alguna vez era esporádico y transitorio. A los 41 años me rompió este principio un abogado del Estado, (del Estado contra mí), que además me amenazó con ejercer las acciones legales a que hubiera lugar en derecho… bla, bla, bla, por dar a entender en voz alta que me lo había roto, a causa de un accidente de circulación. Un tractorista me destrozó la pelvis, pero lo del letrado fue más doloroso en el alma.
Me vino a la mente aquel principio, pero fui incapaz de volver a él, de confiar, y, consecuentemente, me parece que detrás de este lema del día mundial sin tabaco de este año, como detrás de muchos otros lemas e instituciones también andan solapados intereses pecuniarios y no poca hipocresía.
Están muy documentados los ataques contra el tabaco y un poco más disimulados los que apuntan a los principales países productores: China, Brasil, India, Estados Unidos, Argentina, Indonesia, Turquía, México, y en décimo lugar Cuba, en contra de lo que muchos creen.
Ni una palabra referente a las familias que viven de la producción, recolección y elaboración del tabaco. Y sobre todo, absoluto silencio en lo referente a la ingente cantidad de productos cancerígenos y aditivos que las autoridades sanitarias nacionales e internacionales consienten que se mezclen con el tabaco elaborado para fumar, ni una palabra referente a las tenebrosas multinacionales tabaqueras que explotan a pobres trabajadores, envenenan la población y tienen gran influenza incluso en las campañas de elecciones de presidentes, caudillos, líderes y adalides que pregonan defensa y protección de todos los derechos en el mundo mundial y, por supuesto y por encima de todo, en los Estados Unidos de América del Norte.
Muy poco se dice de los impuestos directos e indirectos que sacan los Estados mediante la consentida violencia de la adicción, en algún caso superior a la heroína. Olvidando esos impuestos que pagamos al consumir veneno, sí, se habla de lo caro que resulta sostenernos después de consentir, mirando para otro lado, que fumemos podredumbre. Ni media palabra de un sitio que yo sé que incentiva a médicos de la Inseguridad Social si recetan poco y, pudiendo ser nada, y por el contrario, amonesta, reprende y castiga a los que recetan por encima del tope aconsejable y así se da el caso de un otorrino, sin un pelo de rubio, que se negó a cambiarme la prótesis fonatoria, a pesar de que no era de la medida adecuada, estaba rota y filtra líquidos para el pulmón con el correspondiente riesgo de neumonía y de la salud en general. O dicho de otro modo: Me estaba matando y se enfadó mucho porque no le daba las gracias, y se fue vociferando que parecía mentira con lo muchísimo que llevaba hecho por mí, a consultas de otros médicos, en un tono de voz que permitía ser escuchado por cuantos aguardaban en la amplia sala de espera. Curiosa manera de guardar el secreto profesional y de cumplir el Código Deontológico médico dimanante del Juramento Hipocrático. No es anécdota ni desahogo. Es una prueba más de que también en eso y para algún facultativo, no para todos, manda lo pecuniario sobre lo salutífero.
Ya puestos, me parece que cabe una preguntita: ¿Por qué en varias provincias, Lugo entre ellas, no tenemos los operados de laringe derecho a logopeda? ¿Por qué, como por ejemplo en la Coruña, tiene logopeda la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), y, lógicamente, lo primero que te insinúan es que debes hacerte socio con la correspondiente cuota?
Los viajes no se hacen gratis y sobre todo al principio en que tienen que ir por lo menos dos personas. Ya sé, o eso me dijeron, y si estoy equivocado que me desmientan, que la AECC percibe del Estado sólo el equivalente al 5 por cien de su presupuesto de funcionamiento. Barato paga los silencios el Estado para que las asociaciones no exijan, reclamen derechos y no defiendan contra injusticias.
Parece que es normal que haya rehabilitación gratuita para recuperar la funcionalidad de un brazo o de una pierna, pero para volver a hablar no, porque hablar mucho siempre fue peligroso, por eso, estoy dispuesto a pedir perdón, hacer penitencia y enmendarme si la palabra hipocresía que utilicé más arriba resulta desmesurada.
En galego
Días pra todo. Tamén sen tabaco.
Os 365 ou 366 días que pode ter cada ano non chegan prás dedicatorias deses días, por iso sería aconsellable ter polo menos tres almanaques colgados xuntos a ver se van cabendo as dedicatorias. Moitas desas dedicatorias teñen finalidades comerciais ou consumistas, e dá pena pensar que, por exemplo: o día da nai ou do pai, pretendan que se mida o cariño, en función do custo do regalo que se lles faga se viven. Nesta dinámica e pra estar ó día non tardarán en instaurar o día do actual compañeiro da nai, ou da compañeira do pai, e despois, o do compañeiro do pai e compañeira da nai, e así ata o infinito. Prós que xa non temos os pais con nós, nin unha pista de recordatorio.
Non sempre é así. Case todo o que é algo relevante vai tendo o seu día e non deixa de ser chocante que á Paz só se lle dedique un, o 27 de setembro, a maiores de que a Igrexa Católica lle dedique tamén a xornada do 1 de xaneiro.
Se non contei mal, ó cancro e as súas distintas ramificacións polo corpo humano dedícanselle uns 11 días. Todo será pouco se se cumpren os fatídicos prognósticos de que nun prazo curto padecerano un de cada dous homes e unha e de cada tres mulleres. Xa hoxe fálase de que é causa da morte de 6.000.000 de persoa cada ano.
A palabra cancro aínda segue sendo tabú pra moitos, e iso que ese bicho xa é noso compañeiro de camiño inseparable. A min xa me visitou tamén e levou consigo a larinxe coas súas cordas bucais, e deixoume a cambio unha modificación radical no organismo e nos hábitos de vida; pero, de momento, podo dicir que “tiven” cancro. Mañá non sei se reaparecerá o mesmo de segunda man, ou aparecerá outro novo a estrear. Pero por pronunciar o seu nome non virá nin deixará de vir, a non ser que deamos por boa a tese do gran Don Álvaro Cunqueiro de que “ó pronunciar o nome dunha cousa exercemos certo poder de atracción sobre ela e por iso, moitos granxeiros galegos non din raposo, senón que lle chaman: o golpe, o outro, ou alfonso, como se chamaron tamén moitos reis de Castela”.
Ben, pois un día que, sen ser directamente contra o cancro, éo tamén, segundo din, contra unhas das súas causas principais, terá lugar o próximo 31 de maio. Día Mundial Contra o Tabaco, así decretado pola Organización Mundial da Saúde (OMS), coa fin de poñer de releve os riscos asociados co tabaquismo e de avogar por políticas eficaces pra reducir o seu consumo. A campaña pra este ano, 2017, preséntase co lema: “O tabaco, unha ameaza pró desenvolvemento (desarrollo)”.
Despois de ler o que se di “oficialmente” en relación co tema e que calquera pode consultar en internet, volveu a virme á mente aquel principio polo que me rexín durante moitos anos e que era: “Prefiro equivocarme algunha vez por confiar, ca atinar sempre por desconfiar”. Parecíame que vivir en permanente desconfianza tiña que ser un vivir en angustia constante, mentres que equivocarse algunha vez era esporádico e transitorio. Ós 41 anos esnaquizoume este principio un avogado do Estado, (do Estado contra min), que ademais ameazoume con exercer as accións legais a que houbese lugar en dereito…, bla, bla, bla, por dar a entender en voz alta que mo esnaquizara, por mor dun accidente de circulación. Un tractorista esnaquizoume a pelve, pero o do letrado foi máis doloroso na alma.
Veume á mente aquel principio, pero fun incapaz de volver a el, de confiar, e, consecuentemente, paréceme que detrás deste lema do día mundial sen tabaco deste ano, coma detrás de moitos outros lemas e institución tamén andan solapados intereses pecuniarios w non pouca hipocrisía.
Están moi documentados os ataques contra o tabaco e un pouco máis disimulados os que apuntan ós principais países produtores: China, Brasil, India, Estados Unidos, Argentina, Indonesia, Turquía, México, e en décimo lugar Cuba, en contra do que moitos cren.
Nin unha palabra referente ás familias que viven da produción, recolección e elaboración do tabaco. E sobre todo, absoluto silencio no referente á inxente cantidade de produtos canceríxenos e aditivos que as autoridades sanitarias nacionais e internacionais consenten que se mesturen co tabaco elaborado pra fumar, nin unha palabra referente ás tenebrosas multinacionais tabaqueiras que explotan a pobres traballadores, envelenan a poboación e teñen gran influenza mesmo nas campañas de eleccións de presidentes, caudillos, líderes e adalides que pregoan defensa e protección de tódolos dereitos no mundo mundial e, por suposto e por riba de todo, nos Estados Unidos de América do Norte.
Moi pouco se di dos impostos directos e indirectos que sacan os Estados mediante a consentida violencia da adicción, nalgún caso superior á heroína. Esquecendo eses impostos que pagamos ó consumir veleno, si, se fala do caro que resulta sosternos despois de consentir, mirando pra outro lado, que nos apodrenten. Nin media palabra dun sitio que eu sei que incentiva a médicos da Inseguridade Social se receitar pouco e, podendo ser nada, e pola contra, amoesta, reprende e castiga ós que receitan por riba dun tope e así dáse o caso dun otorrino, sen un pelo de rubio, que se negou a cambiarme a prótese fonatoria, a pesar de que non era a da medida adecuada, estaba rota e filtra líquidos pró pulmón co correspondente risco de pneumonía e da saúde en xeral. Ou dito doutro xeito: Estábame matando e cabreouse moito porque non lle daba as grazas, e foise vociferando que parecía mentira co moitísimo que levaba feito por min, a consultas de outros médicos, nun son de voz que permitía ser escoitado por cantos agardaban na ampla sala de espera. Curioso xeito de gardar o secreto profesional e de cumprir o Código Deontolóxico médico dimanante do Xuramento Hipocrático. Non é anécdota nin desafogo. É unha proba máis de que tamén niso e pra algún facultativo, non pra todos, manda o pecuniario sobre o salutífero.
Xa postos, paréceme que cabe unha preguntiña: Por que en varias provincias, Lugo entre elas, non temos os operados de larinxe dereito a logopeda? Por que, por exemplo na Coruña ten logopeda a Asociación Española contra o Cancro (AECC), e loxicamente o primeiro que che insinúan é que debes facerte socio coa correspondente cota?
As viaxes non se fan gratis e sobre todo ó principio en que teñen que ir polo menos dúas persoas. Xa sei, ou iso me dixeron, e se estou equivocado que me desmintan, que a AECC percibe do Estado só o equivalente ó 5 por cen do seu presuposto de funcionamento. Barato paga os silencios o Estado pra que as asociacións non esixan, reclamen dereitos ou defendan contra inxustizas.
Parece que é normal que haxa rehabilitación gratuíta pra recuperar a funcionalidade dun brazo ou dunha perna, pero pra volver a falar non, porque falar moito sempre foi perigoso, por iso estou disposto a pedir perdón, facer penitencia e emendarme se a palabra hipocrisía que utilicei máis arriba resulta desmesurada.
En castellano y en galego
Los 365 o 366 días que puede tener cada año no son suficientes para las dedicatorias diarias, por eso sería recomendable tener por lo menos tres almanaques colgados juntos a ver si hay un hueco para tanta dedicatoria. Muchas tienen finalidades comerciales o consumistas, y da pena pensar que, por ejemplo: el día de la madre o del padre, pretendan que se mida el cariño, tomando como base el precio del regarlo que se les haga si viven. En esta dinámica y para estar al día no tardarán en instaurar el día del actual compañero de la madre, o de la compañera del padre, y después, el del compañero del padre y compañera de la madre, y así casi hasta el infinito. Para los que ya no tenemos los padres con nosotos, ni una pista de recordatorio.
No siempre es así. Casi todo lo que es algo relevante va teniendo su día y no deja de ser chocante que a la Paz sólo se le dedique uno, el 27 de septiembre, a mayores de que la Iglesia Católica le dedique también la jornada del 1 de enero.
Si no conté mal, al cáncer y sus distintas ramificaciones por el cuerpo humano se le dedican unos 11 días. Todo será poco si se cumplen los fatídicos pronósticos de que en un plazo corto lo padecerán uno de cada dos hombres y una y de cada tres mujeres. Ya hoy se habla de que es causa de la muerte de 6.000.000 de persona cada año.
La palabra cáncer aún sigue siendo tabú para muchos, a pesar de que ese bicho ya es nuestro compañero de camino inseparable. A mí ya me visitó también y llevó consigo la laringe con sus cuerdas bucales, dejándome a cambio una modificación radical en el organismo y en los hábitos de vida; pero, de momento, puedo decir que “tuve” cáncer. Mañana no sé si reaparecerá el mismo de segunda mano, o aparecerá otro nuevo a estrenar. Pero por pronunciar su nombre no vendrá ni dejará de venir, a no ser que demos por buena la tesis del gran Don Álvaro Cunqueiro de que “al pronunciar el nombre de una cosa ejercemos cierto poder de atracción sobre ella y por eso muchos granjeros gallegos no invocan el nombre del zorro, sino que le llaman: o golpe, o otro, o alfonso, como se llamaron también muchos reyes de Castilla”.
Bien, pues un día que, sin ser directamente contra el cáncer, lo es también, según dicen, contra unas de sus causas principales, tendrá lugar el próximo 31 de mayo. Día Mundial Contra el Tabaco, así decretado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el fin de poner de relieve los riesgos asociados con el tabaquismo y de abogar por políticas eficaces para reducir su consumo. La campaña para este año, 2017, se presenta con el lema: “El tabaco, una amenaza para el desarrollo”.
Después de leer lo que se dice “oficialmente” en relación con el tema y que cualquiera puede consultar en internet, volvió a venirme a la mente aquel principio por el que me regí durante muchos años y que era: “Prefiero equivocarme alguna vez por confiar, que acertar siempre por desconfiar”. Me parecía que vivir en permanente desconfianza tenía que ser uno vivir en angustia constante, mientras que equivocarse alguna vez era esporádico y transitorio. A los 41 años me rompió este principio un abogado del Estado, (del Estado contra mí), que además me amenazó con ejercer las acciones legales a que hubiera lugar en derecho… bla, bla, bla, por dar a entender en voz alta que me lo había roto, a causa de un accidente de circulación. Un tractorista me destrozó la pelvis, pero lo del letrado fue más doloroso en el alma.
Me vino a la mente aquel principio, pero fui incapaz de volver a él, de confiar, y, consecuentemente, me parece que detrás de este lema del día mundial sin tabaco de este año, como detrás de muchos otros lemas e instituciones también andan solapados intereses pecuniarios y no poca hipocresía.
Están muy documentados los ataques contra el tabaco y un poco más disimulados los que apuntan a los principales países productores: China, Brasil, India, Estados Unidos, Argentina, Indonesia, Turquía, México, y en décimo lugar Cuba, en contra de lo que muchos creen.
Ni una palabra referente a las familias que viven de la producción, recolección y elaboración del tabaco. Y sobre todo, absoluto silencio en lo referente a la ingente cantidad de productos cancerígenos y aditivos que las autoridades sanitarias nacionales e internacionales consienten que se mezclen con el tabaco elaborado para fumar, ni una palabra referente a las tenebrosas multinacionales tabaqueras que explotan a pobres trabajadores, envenenan la población y tienen gran influenza incluso en las campañas de elecciones de presidentes, caudillos, líderes y adalides que pregonan defensa y protección de todos los derechos en el mundo mundial y, por supuesto y por encima de todo, en los Estados Unidos de América del Norte.
Muy poco se dice de los impuestos directos e indirectos que sacan los Estados mediante la consentida violencia de la adicción, en algún caso superior a la heroína. Olvidando esos impuestos que pagamos al consumir veneno, sí, se habla de lo caro que resulta sostenernos después de consentir, mirando para otro lado, que fumemos podredumbre. Ni media palabra de un sitio que yo sé que incentiva a médicos de la Inseguridad Social si recetan poco y, pudiendo ser nada, y por el contrario, amonesta, reprende y castiga a los que recetan por encima del tope aconsejable y así se da el caso de un otorrino, sin un pelo de rubio, que se negó a cambiarme la prótesis fonatoria, a pesar de que no era de la medida adecuada, estaba rota y filtra líquidos para el pulmón con el correspondiente riesgo de neumonía y de la salud en general. O dicho de otro modo: Me estaba matando y se enfadó mucho porque no le daba las gracias, y se fue vociferando que parecía mentira con lo muchísimo que llevaba hecho por mí, a consultas de otros médicos, en un tono de voz que permitía ser escuchado por cuantos aguardaban en la amplia sala de espera. Curiosa manera de guardar el secreto profesional y de cumplir el Código Deontológico médico dimanante del Juramento Hipocrático. No es anécdota ni desahogo. Es una prueba más de que también en eso y para algún facultativo, no para todos, manda lo pecuniario sobre lo salutífero.
Ya puestos, me parece que cabe una preguntita: ¿Por qué en varias provincias, Lugo entre ellas, no tenemos los operados de laringe derecho a logopeda? ¿Por qué, como por ejemplo en la Coruña, tiene logopeda la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), y, lógicamente, lo primero que te insinúan es que debes hacerte socio con la correspondiente cuota?
Los viajes no se hacen gratis y sobre todo al principio en que tienen que ir por lo menos dos personas. Ya sé, o eso me dijeron, y si estoy equivocado que me desmientan, que la AECC percibe del Estado sólo el equivalente al 5 por cien de su presupuesto de funcionamiento. Barato paga los silencios el Estado para que las asociaciones no exijan, reclamen derechos y no defiendan contra injusticias.
Parece que es normal que haya rehabilitación gratuita para recuperar la funcionalidad de un brazo o de una pierna, pero para volver a hablar no, porque hablar mucho siempre fue peligroso, por eso, estoy dispuesto a pedir perdón, hacer penitencia y enmendarme si la palabra hipocresía que utilicé más arriba resulta desmesurada.
En galego
Días pra todo. Tamén sen tabaco.
Os 365 ou 366 días que pode ter cada ano non chegan prás dedicatorias deses días, por iso sería aconsellable ter polo menos tres almanaques colgados xuntos a ver se van cabendo as dedicatorias. Moitas desas dedicatorias teñen finalidades comerciais ou consumistas, e dá pena pensar que, por exemplo: o día da nai ou do pai, pretendan que se mida o cariño, en función do custo do regalo que se lles faga se viven. Nesta dinámica e pra estar ó día non tardarán en instaurar o día do actual compañeiro da nai, ou da compañeira do pai, e despois, o do compañeiro do pai e compañeira da nai, e así ata o infinito. Prós que xa non temos os pais con nós, nin unha pista de recordatorio.
Non sempre é así. Case todo o que é algo relevante vai tendo o seu día e non deixa de ser chocante que á Paz só se lle dedique un, o 27 de setembro, a maiores de que a Igrexa Católica lle dedique tamén a xornada do 1 de xaneiro.
Se non contei mal, ó cancro e as súas distintas ramificacións polo corpo humano dedícanselle uns 11 días. Todo será pouco se se cumpren os fatídicos prognósticos de que nun prazo curto padecerano un de cada dous homes e unha e de cada tres mulleres. Xa hoxe fálase de que é causa da morte de 6.000.000 de persoa cada ano.
A palabra cancro aínda segue sendo tabú pra moitos, e iso que ese bicho xa é noso compañeiro de camiño inseparable. A min xa me visitou tamén e levou consigo a larinxe coas súas cordas bucais, e deixoume a cambio unha modificación radical no organismo e nos hábitos de vida; pero, de momento, podo dicir que “tiven” cancro. Mañá non sei se reaparecerá o mesmo de segunda man, ou aparecerá outro novo a estrear. Pero por pronunciar o seu nome non virá nin deixará de vir, a non ser que deamos por boa a tese do gran Don Álvaro Cunqueiro de que “ó pronunciar o nome dunha cousa exercemos certo poder de atracción sobre ela e por iso, moitos granxeiros galegos non din raposo, senón que lle chaman: o golpe, o outro, ou alfonso, como se chamaron tamén moitos reis de Castela”.
Ben, pois un día que, sen ser directamente contra o cancro, éo tamén, segundo din, contra unhas das súas causas principais, terá lugar o próximo 31 de maio. Día Mundial Contra o Tabaco, así decretado pola Organización Mundial da Saúde (OMS), coa fin de poñer de releve os riscos asociados co tabaquismo e de avogar por políticas eficaces pra reducir o seu consumo. A campaña pra este ano, 2017, preséntase co lema: “O tabaco, unha ameaza pró desenvolvemento (desarrollo)”.
Despois de ler o que se di “oficialmente” en relación co tema e que calquera pode consultar en internet, volveu a virme á mente aquel principio polo que me rexín durante moitos anos e que era: “Prefiro equivocarme algunha vez por confiar, ca atinar sempre por desconfiar”. Parecíame que vivir en permanente desconfianza tiña que ser un vivir en angustia constante, mentres que equivocarse algunha vez era esporádico e transitorio. Ós 41 anos esnaquizoume este principio un avogado do Estado, (do Estado contra min), que ademais ameazoume con exercer as accións legais a que houbese lugar en dereito…, bla, bla, bla, por dar a entender en voz alta que mo esnaquizara, por mor dun accidente de circulación. Un tractorista esnaquizoume a pelve, pero o do letrado foi máis doloroso na alma.
Veume á mente aquel principio, pero fun incapaz de volver a el, de confiar, e, consecuentemente, paréceme que detrás deste lema do día mundial sen tabaco deste ano, coma detrás de moitos outros lemas e institución tamén andan solapados intereses pecuniarios w non pouca hipocrisía.
Están moi documentados os ataques contra o tabaco e un pouco máis disimulados os que apuntan ós principais países produtores: China, Brasil, India, Estados Unidos, Argentina, Indonesia, Turquía, México, e en décimo lugar Cuba, en contra do que moitos cren.
Nin unha palabra referente ás familias que viven da produción, recolección e elaboración do tabaco. E sobre todo, absoluto silencio no referente á inxente cantidade de produtos canceríxenos e aditivos que as autoridades sanitarias nacionais e internacionais consenten que se mesturen co tabaco elaborado pra fumar, nin unha palabra referente ás tenebrosas multinacionais tabaqueiras que explotan a pobres traballadores, envelenan a poboación e teñen gran influenza mesmo nas campañas de eleccións de presidentes, caudillos, líderes e adalides que pregoan defensa e protección de tódolos dereitos no mundo mundial e, por suposto e por riba de todo, nos Estados Unidos de América do Norte.
Moi pouco se di dos impostos directos e indirectos que sacan os Estados mediante a consentida violencia da adicción, nalgún caso superior á heroína. Esquecendo eses impostos que pagamos ó consumir veleno, si, se fala do caro que resulta sosternos despois de consentir, mirando pra outro lado, que nos apodrenten. Nin media palabra dun sitio que eu sei que incentiva a médicos da Inseguridade Social se receitar pouco e, podendo ser nada, e pola contra, amoesta, reprende e castiga ós que receitan por riba dun tope e así dáse o caso dun otorrino, sen un pelo de rubio, que se negou a cambiarme a prótese fonatoria, a pesar de que non era a da medida adecuada, estaba rota e filtra líquidos pró pulmón co correspondente risco de pneumonía e da saúde en xeral. Ou dito doutro xeito: Estábame matando e cabreouse moito porque non lle daba as grazas, e foise vociferando que parecía mentira co moitísimo que levaba feito por min, a consultas de outros médicos, nun son de voz que permitía ser escoitado por cantos agardaban na ampla sala de espera. Curioso xeito de gardar o secreto profesional e de cumprir o Código Deontolóxico médico dimanante do Xuramento Hipocrático. Non é anécdota nin desafogo. É unha proba máis de que tamén niso e pra algún facultativo, non pra todos, manda o pecuniario sobre o salutífero.
Xa postos, paréceme que cabe unha preguntiña: Por que en varias provincias, Lugo entre elas, non temos os operados de larinxe dereito a logopeda? Por que, por exemplo na Coruña ten logopeda a Asociación Española contra o Cancro (AECC), e loxicamente o primeiro que che insinúan é que debes facerte socio coa correspondente cota?
As viaxes non se fan gratis e sobre todo ó principio en que teñen que ir polo menos dúas persoas. Xa sei, ou iso me dixeron, e se estou equivocado que me desmintan, que a AECC percibe do Estado só o equivalente ó 5 por cen do seu presuposto de funcionamento. Barato paga os silencios o Estado pra que as asociacións non esixan, reclamen dereitos ou defendan contra inxustizas.
Parece que é normal que haxa rehabilitación gratuíta pra recuperar a funcionalidade dun brazo ou dunha perna, pero pra volver a falar non, porque falar moito sempre foi perigoso, por iso estou disposto a pedir perdón, facer penitencia e emendarme se a palabra hipocrisía que utilicei máis arriba resulta desmesurada.