Leer es como conversar con los autores, en muchos casos mentes privilegiadas, descubrir sus pensamientos y asimilar y hacer nuestro el conocimiento que adquirieron por su experiencia de vida y por las lecturas de otros autores.  Con la lectura, el mundo se va llenando de cosas, unas conocidas, otras deseadas, otras detestables; de secretos y de silencios. Y cuando creíamos que lo habíamos oído y visto todo, se nos presentan cosas más extrañas que nunca y descubrimos un mundo diferente del mundo que conocíamos hasta momentos antes de haber leído el libro que tenemos entre manos. Las páginas de los libros son ventanas abiertas sobre el mundo, espejos de lo otro o a la lejanía de lo que nos es más íntimo. Los mismos libros, unos pueden considerarlos bagatelas, frivolidades o una antigualla, y otros, rupturistas y excelentes tratados. Nunca he leído dos veces el mismo porque cada vez lo leo lo hago enriqueciéndolo, o empobreciéndolo, con las reflexiones, las anotaciones al margen que haya hecho la vez anterior. Leer es uno de los grandes placeres, y de esta manera, un doble placer.   Pd. Difúndanlo. Si la crítica de libros no estimula a leer, es un pasatiempo inútil.