Como aliento de buey

Como aliento de buey

Cuando se hacen los propósitos de fin de año se olvida la decepción que puede suponer no cumplirlos. No cumplir un propósito puede suponer un deterioro de nuestra autoestima porque es romper un proyecto. Tal vez el error no es no cumplirlos sino haberlos formulado sin haber pensado lo que nos prometimos a nosotros mismos, sin pensar si tendríamos tiempo, si tendríamos fuerza de voluntad, si realmente valdría la pena hacer el esfuerzo  necesario  para llevarlos a buen término. Los buenos propósitos de fin de año suelen ser tan livianos como el aliento de un buey una mañana de niebla. Feliz año nuevo a todos     

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