Esta mañana, al oír a alguien algo sobre el fraude a Hacienda cometido por el del novio de Ayuso, antes de ser pareja de la presidenta de Madrid, uno de los miembros de la tertulia dijo: “El hablador olvida algo de sentido común, que en la casa del ahogado no se debe de mentar la soga”. ¿Qué quieres decir?, preguntó otro. Si no lo sabes es que puede estarte pasando lo que le ha pasado al hablador: que nunca tuvo las raíces del pueblo o que las tuvo y las dejó secar.