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Tras recibir «numerosas y diversas denuncias de presuntas irregularidades en el gobierno y gestión» y constatar la división entre los hermanos tanto de la Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena como de la Muy Ilustre, Primitiva y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno El Pobre y María Santísima del Dulce Nombre en su Soledad, el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, ha tomado la decisión de nombrar comisarios extraordinarios de ambas hermandades a Javier Lapastora Turpín y Eduardo Aranda Calleja.
Según recogen los decretos del purpurado, en colaboración con el párroco de la colegiata de San Isidro —donde tienen sede—, Ángel Luis Miralles; con algunos hermanos que se elegirán próximamente, y con el Departamento de Asociaciones y Fundaciones de la diócesis, su tarea será acabar con el «ambiente de división, confrontación y polarización» detectado tras las últimas elecciones y crear un clima de hermandad y comunión que debe reinar en el interior de las cofradías.
Para ello, entre otras cosas, actualizarán los estatutos, revisarán las cuentas y prepararán nuevas elecciones que den lugar a juntas de gobierno en las que «todos los hermanos se sientan representados».
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