El arzobispo de Madrid prologa la guía diocesana para prevenir la violencia contra las mujeres Cardenal José Cobo: "El feminicidio es una lacra que no estamos abordando correctamente, según los datos"

Acto de presentación de la publicación
Acto de presentación de la publicación

El cardenal José Cobo llama a una transformación cultural "para erradicar las raíces del machismo: un fenómeno incompatible con los valores cristianos", en el prólogo de la guía elaborada por la Comisión Diocesana por una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres que se presentó el pasado lunes

Esta guía busca concienciar y ofrecer herramientas prácticas a las comunidades cristianas para prevenir y abordar la violencia de género. En ella se abordan formas de violencia de género, señales de alarma y protocolos de actuación ante casos de abuso

"Si nuestro grado de humanidad se revela en el modo en que tratamos a la mujer, aún tenemos el listón bastante bajo", señala el cardenal

(Noticias Obreras).- En el prólogo de una guía diocesana que aborda la violencia contra las mujeres, el cardenal José Cobo llama a una transformación cultural “para erradicar las raíces del machismo, señalando que este fenómeno es incompatible con los valores cristianos”
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El cardenal arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, José Cobo, ha calificado la violencia contra las mujeres como una “lacra para nuestra sociedad” en el prólogo de la publicación Por una vida libre de violencia contra las mujeres. Guía para parroquias (descarga)

Esta guía, elaborada por la Comisión Diocesana por una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres y presentada públicamente este lunes en la sede del arzobispado, busca concienciar y ofrecer herramientas prácticas a las comunidades cristianas para prevenir y abordar la violencia de género.

“El feminicidio y otras formas de violencia contra la mujer constituye una lacra para nuestra sociedad”, afirma el cardenal, quien lamenta que “los datos no avalan que lo estemos afrontando de una manera totalmente correcta”.

En este contexto, subraya que las parroquias deben ser espacios seguros y advierte que “es perfectamente posible que tengamos juntos, en los bancos de nuestras parroquias, a mujeres víctimas de violencia y a sus agresores”.

"Si nuestro grado de humanidad se revela en el modo en que tratamos a la mujer, aún tenemos el listón bastante bajo"

En su prólogo, el cardenal también llama a una transformación cultural para erradicar las raíces del machismo, señalando que este fenómeno es incompatible con los valores cristianos. “Es necesario superar las raíces culturales y mentales que subyacen; en particular, el machismo”, indica el cardenal, recordando además las palabras del papa Francisco al señalar que “la violencia contra las mujeres es una mala hierba venenosa que debe ser eliminada de raíz”.

Cobo también plantea a la diócesis un mayor compromiso esperanzado. “Si nuestro grado de humanidad se revela en el modo en que tratamos a la mujer, aún tenemos el listón bastante bajo. Elevarlo será imposible sin reconocer a las mujeres y darles la participación y las responsabilidades que merecen, también en la Iglesia”.

“Ojalá esta publicación contribuya a la iniciación de una vida nueva a quienes por fin abandonan el infierno de una relación tormentosa. Este trabajo será un paso inequívoco en la dirección adecuada” concluye del cardenal.

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Una guía para sensibilizar, prevenir y actuar

La guía Por una vida libre de violencia contra las mujeres, elaborada por la Comisión Diocesana por una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres, se presenta como un recurso práctico para párrocos, agentes de pastoral y comunidades cristianas. En ella se abordan formas de violencia de género, señales de alarma y protocolos de actuación ante casos de abuso.

La publicación promueve la creación de figuras de referencia parroquiales y la formación para prevenir la violencia desde una perspectiva pastoral. La propuesta de trabajo que plantea la guía busca transformar las parroquias en espacios seguros y comprometidos con la dignidad de las mujeres.

“El lema que está detrás de todo el trabajo de la comisión es ‘la comunidad salva’. Porque tenemos la convicción de que la comunidad rescata a las mujeres del aislamiento, de la impotencia, de la vulnerabilidad. Lo que ayuda a acabar con la violencia de género es romper el silencio y si hay una red de apoyo es el principio del fin. La parroquia, a través de sus distintos grupos puede ser esa red de apoyo que libere a las mujeres que sufren violencia. Soñamos con parroquias comprometidas con la erradicación de la violencia, que no callen, que rompan soledades, que tejan redes de solidaridad y acompañamiento, comunidades en las que todos y todas y, especialmente las mujeres víctimas de violencia, experimenten y compartan la mirada liberadora de Jesús”, escribe Teresa Casillas, una de las autoras, en Noticias Obreras.

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