(Archivalencia).- Ante la tragedia por la DANA, una ola de solidaridad ha llenado las calles de las poblaciones más afectadas por la riada, voluntarios que llevan ayuda de toda índole, material pero también espiritual y psicológica.
Mara Puertas, enfermera y psicóloga miembro de la Asociación Viktor E. Frankl, de ayuda ante el duelo, el sufrimiento, la enfermedad o vacío existencial, es una de las personas voluntarias que se acercó desde el primer minuto a la “zona cero”.
“Lo que ha ocurrido tiene unas dimensiones enormes. Cuando vas a la zona, el impacto es tremendo. Ha sido un shock tremendo para muchas familias porque hay muchas pérdidas, a todos los niveles”, asegura.
Cubiertas las primeras necesidades básicas de emergencia en las primeras semanas, ahora viene la etapa de “reconocimiento de la realidad”: “el vacío de las víctimas es crítico, tenemos que hablar, escuchar y acompañarlas, porque es fácil calibrar la situación en el miedo, pero tenemos que calibrar en el amor”.
De la "rabia y frustración" al "vacío existencial"
En una primera fase, durante los primeros días tras la catástrofe, Mara -como tantos otros voluntarios- ayudó en las necesidades más urgentes: limpieza de barro, retirada de escombros, reparto de comida.
En esta fase los sentimientos son de “mucha rabia, mucha frustración, y mucho miedo. Pero los afectados estaban y están muy arropados por la “gran marea de solidaridad. Todo el mundo activó su red de contactos y eso ha sido un gran alivio, ha sido muy bueno a nivel emocional”.
Pero transcurridas ya más de dos semanas- aunque hay muchas personas que todavía están en esa primera fase de emergencia- los afectados comienzan a ser conscientes de la realidad y empiezan a plantearse muchos interrogantes. Puede aparecer un sentimiento de “vacío existencial” porque no encontramos respuesta a nada. “Nuestra asociación está ahí para cualquier momento. Y ahora se necesita mucho trabajo con todos ellos a nivel emocional”, explica.
En esta segunda fase, “también estamos viendo casos de agotamiento físico y mental” como que la gente no quiere parar, es un no parar. “Muchos me dicen que ven a su pareja agotada o desencajada”.
Según Mara Puertas, “es difícil esta quiebra, esta circunstancia, cómo interpretarla en mi vida” pero no podemos quedarnos en las preguntas de por qué ha tenido que pasar esto porque entonces entramos en un lugar de mucho sufrimiento, sino que la pregunta que me ayuda es qué respondo yo y qué aporto en esta situación desde el lugar que me toca vivir”.
Por eso, es importante cambiar esos interrogantes por otros que nos muevan hacia la vida, valorando la ayuda de los que vinieron a mi casa, de cómo me siguen ayudando, y qué me está pidiendo la vida, porque “según las preguntas que me pongo en mi mente me va a ayudar a poder construir o a quedarme en el sufrimiento”.
Mara Puertas aconseja seguir pidiendo ayuda. “Nuestras casas las abrió el agua porque tiró puertas tiró todo y entonces entrábamos todos a ayudar a quitar los objetos, todo el barro, todo, y ahora hay que seguir en esa apertura, no retirando objetos, pero sí cambiando preguntas. Hay que contactar con una fortaleza que está en nosotros, que no se la llevó el agua”.
Además, “hay que transitar con todas las emociones”. En un primer momento, la situación no permitía vivenciar las emociones pero ahora sí es importante abrir tu casa interior, tu mundo interior con la convicción de esa fortaleza que hay en nosotros”, asegura.
Mara Puertas, además de ser miembro en la Asociación V. Frankl, trabaja en dos Asociaciones de enfermos y familias de trasplantados de corazón, pulmón e hígado y ha atendido a varias de estas familias afectadas por la DANA.
“Claramente las personas podemos remontar cualquier circunstancia, tenemos también el apoyo de los testimonios del grupo Renacer de padres y madres que han pedido a hijos, e hijas. Todo se puede superar en esta vida contactando con esa fortaleza que somos y, por supuesto, seguir pidiendo ayuda”, explica.
Aumento de tensiones familiares
Es fundamental la escucha, crear ese espacio para que la persona pueda ser escuchada y animarla a que transite sus emociones y abrazar y compartir con ella esas emociones creando espacios de confianza.
“No es fácil hablar, no es fácil- cuando la vida te ha sorprendido con una circunstancia así con pérdidas de lo que más quieres, de lo que más valoras- perohay que transmitir que aunque no es fácil se puede salir y no estamos solos. A los afectos les animaría a que buscasen ayuda y se puede. Pudo Victor Frankl y muchas otras personas anónimas. Se puede ir adelante buscando apoyos, abriéndonos a la vida y sintiéndonos que no estamos solos”.