(Archimadrid).- El miércoles 12 de junio tendrá lugar en la sede del Arzobispado la presentación de la Plataforma Interdiocesana de Migraciones de Madrid. Como explica Rufino García Antón, delegado episcopal de Migraciones, «es un espacio de trabajo en red formado por los equipos de las delegaciones de migraciones de las tres diócesis de la Provincia Eclesiástica de Madrid -Alcalá de Henares, Getafe y Madrid-, a la que van a pertenecer también otras entidades del territorio que trabajan en la acogida, protección, promoción e integración de las personas migrantes y refugiadas de las tres diócesis».
«La idea de su creación -confiesa- ya nos venía rondando a los tres delegados de migraciones de estas diócesis desde hacía algún tiempo, sobre todo comprobando cómo las personas migrantes y refugiadas que viven en nuestro territorio no conocen de demarcaciones. Es decir, hay personas migrantes y refugiadas que viven en Madrid y trabajan en la diócesis de Alcalá o en la de Getafe, y viceversa. Por lo tanto, nos parecía que teníamos que darle forma a este espacio de trabajo en red y de esfuerzo común». «Aunque -reconoce- el espaldarazo definitivo a esta idea y a este planteamiento nos vino de la nota que los obispos de la Provincia Eclesiástica sacaron a la luz a últimos de febrero, y en la que ponen el dedo en la llaga sobre algunas situaciones sangrantes de las personas migrantes y refugiadas que viven en las tres diócesis. Además, hacen también algunas propuestas y sugerencias concretas, que van precisamente en esta línea de trabajo en red y en comunión».
Iglesia que acoge
Para García Antón, «sin suplantar lo que cada delegación hace en su propia diócesis, ya que evidentemente cada una tiene su propio cometido y trabajo en su diócesis concreta, en función de la realidad que viven y del recorrido; pero sin suplantar, como digo, ese trabajo que cada delegación realiza en su propia diócesis, el objetivo principal de la Plataforma es compartir y tener un cauce comúnque ofrezca respuesta a esas realidades que nos sean comunes a las tres diócesis. Y, a partir de ahí, sensibilizar a los ciudadanos del territorio de la Comunidad de Madrid, y a sus diferentes organismos e instituciones, sobre la realidad migratoria y la importancia de ser una iglesia que acoge y es hospitalaria».
Otro de los objetivos, añade, «es coordinar esfuerzos también en red con otras entidades, tanto de iglesia como civiles, con el único interés de trabajar en beneficio de las personas migrantes yrefugiadas. Siempre con ellas», insiste. «Porque la idea no es hacer cosas para los inmigrantes y refugiados -apunta-, sino que las personas migrantes y refugiadas sean sujetos activosen sus propios procesos, tanto de evangelización como de salir adelante en otras facetas. Y eventualmente, también, pues ofrecer una voz pública de cara a la sociedad sobre determinados aspectos de la realidad de las personas migrantes y refugiadas en los que consideremos que no se respetan sus derechos». «En definitiva -resume- pretendemos sumar nuestros recursos, nuestra voz y nuestras iniciativas en favor de las personas migrantes y refugiadas, siendo conscientes además de que su aportación nos enriquece: nos enriquece como sociedad madrileña, y nos enriquece como iglesias de Madrid, Getafe y Alcalá de Henares», advierte.
Integración de migrantes y refugiados
Reconoce que «la Plataforma está empezando ahora su andadura. Por lo tanto, iremos viendo sobre la marcha qué acciones vamos a desarrollar para alcanzar esos objetivos. Seguramente irán en una doble línea: por una parte, potenciar lo que los obispos de la Conferencia Episcopal Española dicen en una exhortación pastoral que han emitido a primeros de marzo, y que lleva por título Comunidades acogedoras y misioneras. Es decir, potenciar que las comunidades, organismos e instituciones de las tres diócesis vayan en esa línea de fomentar comunidades acogedoras y misioneras. Y, por otro lado, no quedarnos solo en la realidad intraeclesial».
E incide en que «son necesarias tanto la Iglesia como las instituciones civiles para apoyar el avance y el proceso de integración en todos los sentidos de las personas migrantes y refugiadas en la sociedad madrileña». «Hay mucho terreno que recorrer en el campo de los derechos, así que seguro que ahí también habrá tareas que realizar. Todo eso, desde una actitud modesta, contando con los recursos y posibilidades que tenemos, y avanzando en ese proceso de acogida, protección, promoción e integración de las personas migrantes y refugiadas en el que tanto insiste el papa Francisco», concluye.