"Las zonas marginales sufren mucho" Misioneros palentinos: "Hay plena conciencia de lo que está ocurriendo con esta pandemia, aunque la pobreza intranquiliza"
Consagradas y consagrados de Palencia en diferentes misiones (Bolivia, Argentina, Ecuador, Puerto Rico, Uruguay) dan sus testimonios
| Diócesis de Palencia
Desde múltiples destinos de misión ya hemos recibido respuesta al correo electrónico que hace unos días envió la Delegación diocesana de Misiones a nuestros misioneros y misioneras. Para saber cómo están y conocer cómo se está viviendo en sus destinos de misión la pandemia del coronavirus.
Desde Bolivia
Aquí en San Borja, departamento del Beni, en Bolivia, también estamos afectados como en el resto del mundo; hasta ahora con menos virulencia que ahí. Estamos con medidas de prevención y en cuarentena fuerte, se empiezan a dar casos. En todo el país tendremos ahora unos 50 muertos, infectados... Hacemos lo posible, que esté en nuestras manos para prevenir, pues somos muy débiles en temas sanitarios. Unido y de la mano de todo ello: hay ayudas del Estado en forma de bonos, para las familias, las más frágiles lo están pasando mal, pues viven de pequeñas ventitas diarias y de trabajitos y venta de comida.
Una preocupación nuestra ahora es el miedo de la gente a caer enfermos, unido a la psicosis de que no tenga ninguna persona cerca de mí con estos síntomas. Eso lleva a gestos insolidarios, despreciativos.
Nuestras comunidades de acá en cuarentena también, haciendo los gestos que podemos, a través de llamadas, internet, lo que se pueda, acompañar cuando es el caso, disponibilidad dentro de las exigencias de la cuarentena.
Al comienzo de esa situación desde nuestra comunidad hicimos una provisión de alimentos básicos de primera necesidad, para un colectivo de 70 familias, débiles. Otras comunidades hacen también gestos sencillos y posibles Estanos en comunicación con las comunidades cercanas y lejanas, para acompañarnos y animaros:
“Nosotras, estamos bien, guardando cuarentena e intentando ayudar a los Shimanes (Etnia) en sus cobros, que les atropellan mucho” (Hna. Cristina, misionera de Cristo Jesús en Yucumo).
“Es una alegría comunicarnos siempre y más en estos momentos. Gracias a Dios que podemos decir estamos bien… Acompañando a gente que no está tan bien; pues esta mañana fuimos al hospital a llevar comida y medicamentos a dos Hermanas de otra Congregación” (Hna. Belén, misionera e Cristo Jesús en Cochabamba).
Javier Julián Calvo, de Salinas de Pisuerga, Casimiro Meriel Simón, de Osorno, Jesús Peña, de Briviesca
Desde Argentina
Queridos hermanos: Aquí en esta Argentina que se presentó como la tierra prometida en el año 40, hoy entramos en un país que le cuesta subsistir. Cambio de Gobierno y enseguida este coronavirus parece destruir las esperanzas de poder sobrevivir. Montón de familias no tiene nada pues viven de trabajos en negro. Hay una ayuda del estado para muchas familias, pero no es suficiente para vivir dignamente.
Mi comunidad ayuda a que 1.000 personas reciban una comida diaria, no comen en nuestro comedor, sino que vienen a buscarlo con algún recipiente y además les damos el pan con una panadería que hemos hecho.
Para nosotros, que somos de campo, piensen que gastamos a diario tres sacos de harina de 25 Kg. Lógico que nuestras Iglesias están cerradas y por los medios participamos de la Eucaristía. Con el aporte de la comunidad podemos dar de comer a toda esta gente. Son muy solidarios.
Esta epidemia me quitó la ilusión de ir la Semana Santa en Carrión. Hace 62 años que no participo y además iba a predicar. Mi Parroquia no es muy grande, pero sí muy concurrida. Mucho Sacramento. Como ejemplo 150 sacramentos del matrimonio por año.
Ya cumplí 47 años en Argentina. Gracias por acordarse de nosotros que sentimos cómo la vida fue transcurriendo muy lejos de los nuestros y reconociendo que la distancia no nos quitó el amor a nuestros seres queridos y el amor a nuestra historia. Lo que un sacerdote me dijo el día de mi ordenación de que no me olvidase de mi origen lo he cumplido y para colmo hoy me trajeron una oveja y un cordero para que no me olvide del campo. Están en el jardín de la Residencia de Ancianos.
Estoy llevando una Fundación con la cual hacemos todo el Trabajo social. A su vez me dedico a la educación siendo responsable de dos colegios de 16000 alumnos cada uno. En este momento estoy de Párroco y Provincial de la Congregación de los M.S.F. en Argentina. Tengo en todo gente muy buena.
Tomás Llorente. Misionero de la Sagrada Familia
Desde Ecuador
Yo me encuentro en la Comunidad de Loja, Ecuador Sur, circunstancialmente. Mi Comunidad es Macará, límite fronterizo con Perú, pero al venir a Loja, capital provincial, ya no tuve posibilidades de regresar desde el tercer día de estar aquí. En las estadísticas públicas diarias de los noticieros no aparecen los datos de esta Provincia, no obstante, son unos 1.500 aproximadamente los infectados, aunque no pasan de 5 ´06 los fallecidos.
Loja se está cuidando y ha tomado en serio los avisos nacionales de quedarse en casa y aprovechar para compras los momentos autorizados oficialmente. Hay “Toque de Queda” desde las 2 de la tarde a las 5 de la mañana del día siguiente. En este tiempo de queda, es muy raro ver a alguien en las calles. Hay conciencia de peligro, responsabilidad para observar lo reglamentado, interés para organizarse en el hogar, esperanza en Dios y la Virgen del Cisne para confiar en ellos la salud propia y de sus familiares.
En Guayaquil y otras provincias costeñas… sí hay más desorden, porque hay más pobreza en los suburbios, las zonas marginales sufren mucho y se ven en la obligación, corriendo tremendos riesgos, de ser contagiados. “Necesitamos subsistir”, dicen, pero no se cuidan. En estos sectores las diferencias laborales son excesivas, las diferencias sociales, económicas, y vivenciales en general son enormes, y eso trae terribles consecuencias.
Nosotros (la Comunidad) en Loja, hemos puesto a disposición de la Iglesia, que organiza un gran plan de ayuda social, hemos puesto, digo, una casa de convivencias para residencia de unos 30 médicos especialistas que ya están o van a venir para atender en los hospitales. También, la Comunidad ha puesto a disposición del Ministerio de Salud el Coliseo (capacidad de más de 4.000 personas) para la recuperación de los enfermos de mayor cuidado, ya tienen instaladas bastantes camas para los más afectados que no pueden ser atendidos en los hospitales.
Resumiendo: Hay plena conciencia de lo que está ocurriendo con esta pandemia. Hay mucha, pero mucha colaboración de familias, asociaciones, estado, médicos-enfermeras y ejército y personas en particular que colaboran con alimentos y material de enfermería. Es notable la fe y esperanza en Dios y la Virgen del Cisne, se advierte por doquier el sentimiento religioso. Hay esperanza de pronto salir para el trabajo o quehaceres personales y el gobierno sí impulsa la confianza y hace todo lo que puede, no siempre todo lo que quiere, para tranquilizar a la gente. La pobreza intranquiliza y lleva al robo y el cerramiento en casa… Ha provocado bastantes problemas familiares.
Nosotros los maristas de Ecuador, estamos bien, en las 10 o 12 obras que tenemos a escala nacional, pero hay que cuidarse.
José García.
Desde Puerto Rico
Soy Sor Blanca estoy en San Juan Puerto Rico y soy Hermanita de los Ancianos Desamparados. Aquí tenemos cuatro Hogares de Ancianos y donde estoy yo son 175 en total, como veis una gran población.
Hasta ahora estamos todos bien, siguiendo las órdenes para evitar el contagio. El mayor riesgo está en los empleados que tienen que llegar cada día para trabajar. También es fuerte mantener que no entren los familiares a verlos, se les comunica por videollamadas y en algún caso se reciben algunas cosas que les envían.
El otro reto es mantenerlos activos: hacemos equipo con la líder recreativo, la trabajadora social, las Hermanas para inventar actividades y sobre todo fomentar la convivencia. Todos los días por el micrófono rezamos juntos pidiendo la gracia de Dios para los enfermos, sus familiares los que los atienden y las autoridades que buscan la forma de ayudar, también para que nos libre de contagio.
Sor Blanca. Hermanita de los Ancianos Desamparados
Desde Uruguay
Vivo en Montevideo hace dos años, antes estuve en la Argentina 36 años. Acá trabajamos en un hogar donde atendemos 12 adolescentes pertenecientes INAU Instituto del niño y Adolescente Uruguay, adolescentes en situación de riesgo. Estas jóvenes permanecen en el hogar un tiempo no determinado y al cumplir los 18 años si no tienen ningún familiar que se haga cargo, tratamos de colocarlas en Residencias a donde puedan seguir estudiando y trabajando. Actualmente tenemos 10 a nuestro cargo, a quienes seguimos acompañando en sus primeros pasos fuera del hogar.
Leontina Vallejo