Entró en la diócesis como un vendaval, aunque el viento en contra también era importante, y dejó sus huellas en la arena de los primeros pasos del prelado en
San Sebastián. Aprendió que los excesos son casi peores que las ausencias, y que algunas declaraciones, aunque después se maticen, son inaceptables.
José Ignacio Munilla está trabajando en silencio, y recomponiendo la unidad en la diócesis. Lo que se le pide a un obispo. Y, sin embargo, cuando el "
caso Pagola" alcanza su máximo grado de polémica,
el obispo desaparece... Los dos anteriores vicarios generales (el propio
Pagola, con Setién y Uriarte, y
Félix Azurmendi, con éste último) han sido protagonistas en esta semana. Son curas de su diócesis. El polémico y maravilloso "
Jesús. Una aproximación histórica" (PPC) es obra de un sacerdote de su diócesis, y tiene el "
Nihil Obstat" del que entonces era obispo diocesano,
Juan María Uriarte. Un "Nihil Obstat" que,
en puridad, sólo el actual obispo podría deshacer. ¿Dónde está Munilla en el caso Pagola? Conviene que empiecen a darse respuestas a las preguntas.
baronrampante@hotmail.es