Dios hoy
Geópolis y Teópolis
La otra cara de la historia, de la sociedad, de la política y del individuo _llámese Mahatma Gandhi, llámese Robert Maxwell, que descansa en paz en un cementerio teológico y teopolítico (también Yahvé anda entre las fosas)- es cuáles son los equipos y cuándo entran estos en juego. Para Marx los verdaderos equipos son las clases, los patricios y los plebeyos de todos los países y todos los tiempos.
Aquí erró el tiro antropológico, económico y teológico en un importante orden de cosas. Es verdad, en un orden de cosas que "business es busiess" expresión tautológica que necesita, como tantas otras, una buena traducción o interpretación para entender todo su significado. "El dinero no conoce ni patria ni religión", es una variación del lema "los negocios son los negocios", pero más explícita en sus contenidos tanto geopóliticos como teopolíticos (no conoce patria ni religión).
Qué duda cabe que unos comerciantes de la mercancía misma del dinero, cuando participan en la griteria ritual del juego de bolsa, no van a ocuparse de si las acciones que compran o venden son moras, judías o cristianas. Gana o dirige el juego la acción que da un interés más alto. Punto económico.
Por otra parte, he asistido a polémicas (polémica, pólemos), luchas encarnizadas entre estudiantes míos en la USC (universidad de los Ángeles)entre equipos de judíos de Israel y judíos de USA. "Vosotros decís que sois judíos, pero vivís aquí en Estados Unidos como Dios, tumbados a la bartola, comiendo palomitas, atiborrándoos de helados, con coches deportivos y aparatos carísimos de alta velocidad. Nosotros, en cambio, tenemos que dar el pecho en Israel, jugarnos la vida a todas horas, perder maridos e hijos en las guerras para defender a Israel y vivir en condiciones mucho más precarias.
Estáis vendidos al dólar. Os da igual Israel. Con la lengua sí, mucho señor Israel. Pero, ¿qué? Mandáis un poco de calderilla, hacéis una visita al muro de las Lamentaciones, plamtáis un arbol en Israel y ya os parece que sois unos buenos judíos. Este es el discurso de estos judíos que sacrifican su bolsillo y su vida. "Son unos exagerados", me solía decir una judía de Los Ángeles que fue para mí algo así como un becario que te echa una mano en algunas tareas académicas y estudiantiles.
"¿Qué harían estos sabras y estos judíos de Israel si no les enviáramos dólares y no los protegiera el ejército de Estados Unidos?. Están locos. Vienen a todas horas a mendigar dinero y protección militar y luego nos sacan la lengua. No se pueden ganar siempre todos los juegos, el económico y el teológico/teopolítico. Algunos judíos prefieren perder el juego económico y participar en el arriesgado juego militar viviendo en Israel, y otros prefieren vivir rodeados de dólares
y coches deportivos, viendo en la tele cómo se desarrolla el juego teopolítico de "moros" y judíos.
No podemos entender el juego político, económico y militar sin analizar cuidadosamente el juego en que los equipos son geopolíticos (serbios y croatas, argentinos y británicos) y a la vez teopolíticos (musulmanes, judíos, cristianos, marxistas-ateos). En principio, solamente en el caso de la sociedad judía la simbiosis entre sociedad territorial y sociedad teopolítica es de aleación pura. En el caso de los equipos marxista, cristiano y musulmán, su doctrina es y está abierta a todo ser humano, puesto que "fuera de su iglesia no hay salvación". Pero, con el correr de los siglos, varios países, varias sociedades territoriales se han convertido en sociedades teopolíticas de signo marxista, cristiano o musulmán.
Ver: José Antonio Jáuregui, Dios hoy
Ediciones NOBEL