Dios hoy
CULTURA
Teología Arquitectónica
(Cont., viene de...)
Esta Córdoba que fue llamada la Atenas de Europa en la Edad Media(tan injustamente denominada como Dark Ages, Edades oscuras, como si todas las edades no tuviesen sus luces y sus sombras, sus fraangélicos y sus auschwitczs e hiroshimas), en la que hubo un diálogo científico filosófico y teológico de todas las culturas nunca igualado en Oxford ni en Harward.
Cuando enseñaba a la vez Averroes, colosal pensador musulmán de todos los tiempos, y comentaba el pensamiento de Aritóteles (siendo con Avicena su primer pensador y Tomás de Aquino el segundo, mientras que Maimónides, venerado y conmemorado en el templo y altar de las calles de ciudades de Israel, invitaba a sus estudiantes, discípulos y colegas a ascender al Himalaya de la teología rabínica y otras.
Esta Córdoba que está por descubrirse con su catedral cristiana metida en la mayor mezquita del mundo, esta capital de tres culturas de Al-Andalus está llamada quizas a volver a ser aquella Atenas que fue y a crear unas cátedras que se llamen Maimónides, Averroes, San Eulogio y Garcilaso de la Vega.
Miguel Castillejo Gorraiz, canónigo de esa catedral/mezquita y gran impulsor del renacimiento de esa Córdoba ecuménica, encuentro extraordinario y único de Oriente y Occidente (no hay en toda la Aldea Global una magnífica catededral dentro de una colosal mezquita), me descubrió, haciendo de anfitrión cultural conmigo, la tumba de un gran escritor, el mismo templo indio dentro de una catedral española, el mismo puente y pontífice de dos sangres, de dos razas fisiológicas, culturales y literarias, el gran inca-español Garcilaso de la vega.
Me senté en la consola de los espléndidos órganos de esa catedral y gocé tocando algunos preludios y fugas del gran Juan Sebastián Bach. Vi sentado a mi lado al gran inca Garcilaso de la Vega, que salió de su tumba (siempre visitada y adornada con flores que proceden de Perú), a Averroes que tenía sobre sus rodillas un tomo de Aristótiles en griego, a Maimónides, a San Eulogio y al gran burgalés de Caleruega, contemporáneo de todos ellos Domingo de Guzmán (sin este burgalés nos quedamos sin los cuadros de Fray Angélico, sin la Summa Theológica de Tomás de Aquino, sin la obra ecuménica de Fray Bartolomé de las Casas...), todos ellos escuchando la música divina más que humana del que, como dijera Schuman, es a la vez profundo y florido.
(Schuman dijo que la música de Mozart era florida pero profunda; la de Beethoven profunda, pero no florida y sólo la música de Bach florida pero profunda.
En ese renacimiento de esa Córdoba de las tres culturas", pensé, deberíamos añadir una cátedra más: la cátedra de Gardilaso de la Vega, al estar ahí descansando en paz. Habría que añadir al diálogo de las tres culturas una cuarta cultura, la de los "índios" que nos ha dado patatas para que los alemanes puedan sobrevivir al darse el big bang de Hitler, tabaco para que Sherlock Holmes fumando la pipa descubra el rastro del criminal y Churchil saboreando un puro pueda defender su isla, tomates, cacao, premios Nobel de literatura,los poemas de Ruben Darío, Neruda y los escritos de Garcilaso de la Vega.
La mezquita-catedral, dos teologías arquitectónicas
enfrentadas y encontradas con escritor inca incluido en este "año de gracia" de mil novecientos noventa y dos, nos invita a todos a la reflexión y al diálogo.
Ver:José Antonio Jáuregui, Dios hoy
Ediciones NOBEL