Marx y La Biblia



2. Dialéctica de la fe

Cuando Juan repite la idea de 1, 14 en 1, 17 "la ley fue dada por medio de Moisés, la compasión y bondad por medio de Jesucristo llegó a ser plena, incisivamente añade: "A Dios nadie lo ha visto nunca; Dios unigénito que está cabe al seno del Padre, nos lo ha narrado" (v. 18)

Lo cual confirma el sentido de amor-al-prójimo que Juan quiere expresar por cháris kaî aléteia, pues, cuantas veces repite su decidida tesis de que a Dios no se le ve (1 Jn 4, 12); 1 Jn 4, 20; 3 Jn 11, es para hablar del amor del prójimo. Lo cual en el presente contexto nos interesa porque en Jn 1,14 dicha expresión nos da el contenido cualitativo de la gloria.

El sentido de la gloria de Dios como bondad para con los hombres es también constatable en el corpus paulinum. En los siguientes pasajes el perno es la palabra "riqueza":

La riqueza de su bondad(Rom 2, 4); la riqueza de su
gloria en recipientes de compasión(Rom 9, 23); la
riqueza de su gracia(o bondad) (Ef 2, 7); la riqueza
de la gloria de su heredad (Ef 1, 18); la riqueza de
la gloria de este misterio (Col 1, 27); mi Dios col-
mará toda necesidad vuestra según su riqueza en
gloria en Cristo Jesús (Fil 4, 19).

Es notable esta dedicación casi exclusiva de la palabra "riqueza" para decir o "riqueza en gloria" o "riqueza en bondad", gloria y bondad parecen intercambiables. Tanto más cuanto que en Ef 3, 16 y en Flp 4, 19 el asunto pediría que en vez de gloria se apelara a la bondad de Dios, pues se trata de que Dios conceda determinados beneficios según la riqueza de su bondad.

Todo muy bien, con tal de tener presente que Rom 3, 23 y todo el antiguo testamento(ib, 262-268)nos obligan a concebir la gloria de Dios como una realidad masiva y supraindividual que llega y se asienta en la historia humana constituyendo en ella un nuevo eón, un reinado universal de la bondad y la justicia; pues si no, no se entiende Rom 6, 4: "para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos mediante la gloria del Padre, así también nosotros caminemos en novedad de vida".

Cuando Pablo menciona algún instrumento de la acción con que el Padre resucita a Cristo o nos resucitará a nosotros, menciona la fuerza o potencia de Dios (2 Cor 13, 4; 1 Cor 6, 14; Flp 3, 10; Rom 1, 4; Ef 1, 19); en Rom 6, 4, no tenía por qué mencionar a la gloria como instrumento si no hubiera en ello intención deliberada.

Es que la resurrección de Cristo pone al descubierto el hecho de que ha llegado por fin a nuestra tierra la gloria del Padre, la cual consiste, como se ve por los textos del antiguo testamento que hemos recorrido, en una vida (ib. 264s) en justicia y bondad y compasión y amor del prójimo, que para el mundo es del todo nueva.

En este versículo confluye la concepción bíblica de "vida" con la "gloria de Dios" que acabamos de perfilar, y con el hecho(supra 236-238) de que para Pablo la señal inequívoca de que ha llegado el reino es la resurrección de Jesús.

---Ver: José P. Miranda, Marx y la Biblia. Crítica a
la filosfía de la opresión
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