Ciudadano Jesús (A. Piñero)

En varias ocasiones he presentado su obra en mi blog, con ocasión de reuniones y congresos, en Cuenca, Madrid, Santander y Oporto. Hoy presento su nueva obra:
Ciudadano Jesús. Respuestas a todas las preguntas, Madrid, Editorial “Atanor”, 2012, 343 pp. Con ilustraciones. ISBN: 978-84-939253-9-0.
Lo hago con admiración y agradecimiento, pues recoge en forma sintética (preguntas y respuestas), en estilo directo y claro, algunas de las cuestiones más importantes que suelen plantearse sobre la historia y mensaje de Jesús.
El blog de A. Piñero aparece en http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php
Mis referencias principales a su obra en:
10 IV 07 (Biblia y Helenismo: http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2007/04/10/p82824#more82824)
12 XII 06 (Introducción al N. T.: http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2006/12/12/p38640#more38640)
Introducción. Un contrapunto
He dicho que se trata de un libro importante. No conozco en español ningún otro que recoja de forma condensada muchas de las cuestiones básicas que suelen hacerse hoy en torno a Jesús; ni conozco ninguno que ofrezca unas respuestas igualmente centrales, en clave de historia (no de fe), en línea respetuosa, seria... A modo de resumen, para los que siguen el blog de A. Piñero, puedo afirmar que esta obra condensa y organiza sus mejores aportaciones históricas sobre la vida y obra de Jesús. Felicidades, Antonio.
Sólo ahora, dicho esto, me atrevo a presentar algunas observaciones menores, que ampliaré otro día:
1. El título quizá no es el mejor, pues Jesús no fue “ciudadano” en el sentido de “hombre de ciudad” (ni de miembro de un Estado moderno, como el Citoyen tras la revolución burguesa), sino que fue campesino-aldeano, un anti-sistema. Quizá podría haberse dicho en sentido popular “un tal Jesús”. Pero, dejando eso matices, el nombre de “ciudadano” se entiende hoy bien, es provocativo, y vale para iniciarse en el tema, aunque podamos decir que Jesús no fue un ciudadano ejemplar.
2. El subtítulo suena un poco pretencioso, y sospecho que no es de A. Piñero, sino que lo ha “impuesto” la editorial. Decir “respuesta a todas las preguntas” parece quizá excesivo; sabe el autor, y sabemos muchos que además de las preguntas de este libro hay otras, que cada época plantea las suyas: La gran Cristología del siglo IV-V tuvo unas bien claras (y metafísicas), nosotros preguntamos otras cosas (conforme a la frase ya habitual: "Cuando sabía las respuestas me cambiaron las preguntas…").
De todas formas, la preguntas que recoge y responde Piñero son muchas de aquellas que deben plantearse (y se plantean) en nuestro tiempo. Lo importante no son las buenas respuestas (¡las de Antonio Piñero son muy buenas!) sino las mejores preguntas... Cuando se hacen bien las preguntas, las respuestas siguen siendo más fáciles.
3. La portada no es de mi gusto, y quizá tampoco del gusto de Antonio, pero “habent su afata libelli”, como decía el clásico (Terentianus Maurus, De litteris, De syllabis, De Metris, verso1286): El destino del libro depende de editores y lectores, conforme a los estudios y tendencias del mercado, que parece imponer en este tiempo (en ciertos ámbitos) el título de “ciudadano” y los colores de la “portada”, en una buena editorial, dedicada a enigmas sin resolver y a ficciones imaginativas.
4. La edición del texto es buena, hasta muy buena, con fotos interiores pertinentes y actuales… De todas formas, echo en falta una nota bibliográfica final, en la que recoja (al menos) a los autores que va citando el texto (como R. Brown y otros menos famosos), y que los lectores (a no ser especialista) no tiene obligación de conocer.
Dicho esto, y tras agradecer la publicación de esta obra, paso a dos “añadidos”: Uno sobre Antonio Piñero, otro sobre el libro.
PIÑERO, ANTONIO (1941- ).
Filólogo y exegeta español, de tradición católica, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, autor de trabajos fundamentales sobre los textos del entorno cristiano y sobre los movimientos básicos del cristianismo primitivo y de su entorno (apócrifos, gnósticos etc.).
a. Ha dirigido la publicación de los Textos gnósticos. Biblioteca de Nag Hammadi I-III (Madrid 2000/2004. I: tratados filosóficos y cosmológicos. II: Evangelios, hechos, cartas. III: Apocalipsis y otros escritos).
b. Ha coeditado con A. Díez Macho, Los apócrifos del Antiguo Testamento (Madrid 1982/1984). Ha publicado también, con Gonzalo del Cerro, los Hechos Apócrifos de los apóstoles I-II (Madrid 2005).
c. Ha escrito y editado, en colaboración, varios trabajos enciclopédicos como El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos (Córdoba 1996, con J. Peláez) y Biblia y Helenismo. Pensamiento griego y formación del cristianismo (Córdoba 2006).
d. Ha editado y escrito básicamente: Todos los evangelios: Canónicos y apócrifos, Edaf, Madrid 2009, 672 págs. Dice la propaganda editorial que "esta edición contiene todos los evangelios que han llegado hasta nosotros, tanto canónicos como apócrifos... Por apócrifos se entiende "los libros que contienen la revelación de Jesús, normalmente tras su resurrección, acerca del Dios trascendente, de la esencia espiritual de los elegidos y de su salvación". Quizá es excesiva la pretensión de contener "todos los evangelios" (hay muchos apócrifos aquí no contenidos), pero es claro que Piñero ofrece muchos, los significativos.
Éstas son, a mi juicio, las obras más significativas... A. Piñero es un hombre que estudia..., pero sobre todo alguien que ayuda a estudiar a los otros, ofreciéndoles algunos de los textos clave de la historia cristiana, para que puedan leerlos directamente, y así opinar...
Pero también es importante su obra propia. Entre sus libros de "creación", el más significativo es quizá una Guía para entender el Nuevo Testamento (Madrid 2006), que es una introducción y compendio de todos los libros del Nuevo Testamento, desde una perspectiva histórica y literaria. A. Piñero ha publicado además varias docenas de libros sobre diversos temas de historia e interpretación de la figura de Jesús y del cristianismo primitivo. Puede encontrarse una reseña actualizada de sus obras, con referencia a los estudios bíblicos más significativos, en su blog de especialidad, en el que ejerce una inmensa labor de divulgación del pensamiento cristiano, especialmente en lo que se refiere a los orígenes del cristianismo: http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php.
(Tomado de mi Diccionario de Pensadores Cristianos, Verbo Divino, Estella 2011)
PRESENTACIÓN DEL LIBRO
Pienso que la mejor manera de hacerlo es cederle la palabra al mismo Piñero, en su introducción:
«¿Fue Jesús un enigma? Muchos opinan que sí. Pero creo que es esta una pregunta a la que sólo se podrá responder convenientemente al final de este libro. Personalmente pienso que Jesús no fue en verdad un enigma, sino que otros, los evangelistas, lo presentaron como tal, quizás sin querer. A no ser que se piense que Jesús fue un “enigma” como todos los hombres grandes. Y Jesús lo fue, y tuvo, como los demás grandes, múltiples facetas. Veremos, sin embargo, que el enigma es resoluble.
El libro presente ofrece el fruto de las respuestas a preguntas en torno a este tema que me han sido formuladas en clases, cursos, seminarios y conferencias a lo largo de muchos años de docencia universitaria y de extensión de esa docencia en actos y textos de divulgación, como programas de TV, radio, entrevistas y respuestas a “postales” en blogs de Internet, en donde se exponen comentarios, réplicas y preguntas. Nace por tanto de mi experiencia y de muchos años de estudio…
Por si fuera poco, la inmensa mayoría de las fuentes sobre el personaje Jesús son claramente partidarias: a favor, la mayoría; unas pocas, y en el siglo II, claramente en contra. ¿Cómo encontrar la verdad entre tanto partidismo a favor o en contra? Por otro lado, lo que se diga sobre Jesús no cae en saco roto, porque para muchos seres humanos Jesús es el hombre más grande de entre los que han existido jamás y el de mayor influencia. Su vida, sus palabras y acciones son el fundamento de una religión con cerca de dos mil millones de seguidores y la base, al menos lejana, de diversas instituciones cuyo poderío fáctico, social, económico y religioso es muy fuerte.
A pesar de tantas dificultades para la reconstrucción del personaje histórico, no pertenezco, ni mucho menos, a la legión de los muy pesimistas o muy escépticos que defienden que el personaje nunca existió…, o que conocerlo es imposible. Pienso que, aparte de su existencia real –veremos los argumentos--, la crítica histórica tiene, hoy día, notables instrumentos para delinear al menos, y sin temor a equivocarse mucho, cómo fueron las líneas maestras del personaje Jesús...
No se trata aquí de defender una fe, ligada a una imagen de Jesús, o de atacarla. Ni mucho menos… ¡Ni siquiera se pasa tal pensamiento por mi cabeza! Quienes me conocen de antaño saben que es profundamente verdad y que lucho por la independencia, ciertamente, pero ante todo por la imparcialidad. Se trata de acercarse a la figura y misión de Jesús, con los menores prejuicios posibles, y de que ese acercamiento a su persona y a su pensamiento sea maduro, honesto y de acuerdo con la ciencia histórica».
X. Pikaza: Seguirá:
Así presenta A. Piñero su obra ejemplar. Dentro de dos días, con algo de tiempo, ofreceré yo por mi parte mi valoración y juicio sobre ella. Por ahora, baste con decir, que es una obra jugosa, seria, importante.