“Francisco me acercó más a la Iglesia y por eso he venido a decirle adiós" Expectación en Roma: fieles de todo el mundo esperan para despedir al papa Francisco en Santa María la Mayor

Expectación en Roma: fieles de todo el mundo esperan para despedir al papa Francisco en Santa María la Mayor
Expectación en Roma: fieles de todo el mundo esperan para despedir al papa Francisco en Santa María la Mayor

Centenares de fieles de todo el mundo llegaron hoy a las inmediaciones de Santa María la Mayor para dar el último adiós al pontífice antes de su sepultura en interior del templo

"Me ayudó a recuperar la fe cuando estaba a punto de perderla”

“Fue un Papa que supo llegar al corazón de las personas y nos enseñó a caminar juntos, unidos en una Iglesia sinodal”

¿Por qué vienen tan temprano si todavía faltan más de cinco horas para que llegue el féretro?, bromeaba este sábado hacia las 8 de la mañana el dueño de una cafetería situada en Via Merulana de Roma a escasos metros de la basílica de Santa Maria la Mayor.

Y es que a esas horas, decenas de fieles de todo el mundo ya habían empezado a apostarse en las inmediaciones del templo para dar el último adiós al papa Francisco antes de que recibiera sepultura en el ala izquierda de la nave, cerca de la Salus Populi Romanis, icono de la Virgen Maria por la que sintió tanta devoción.

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La temprana afluencia, sin embargo, no se traducía todavía en beneficios económicos significativos para este establecimiento. “Solo entran para usar el baño y como mucho consumen un cruasán”, ironizaba el gerente sobre un grupo de jóvenes italianos participantes del jubileo que esperaban sentados en la acera, frente a la cafetería.

Periodistas apostados frente a Santa Maria la Mayor, estes sábado por la mañana.
Periodistas apostados frente a Santa Maria la Mayor, estes sábado por la mañana.

“El papa Francisco fue muy importante para todos nosotros porque no se limitó a hablar a la Iglesia, sino a todo el mundo, incluso los alejados”, sostenía el salesiano Lohan Jhonatta, responsable del grupo de jóvenes de Salesiani di Macerata, que agradecía a Francisco el hecho de haberle ayudado a recuperar la fe "cuando estaba a punto de perderla".

Un poco más allá, en la misma acera, un nutrido grupo de personas de diversos países latinoamericanos estaba situada en primera fila para no perderse detalle de la llegada de la comitiva fúnebre. Entre ellas, Johana, una mujer argentina residente en la región italiana de Veneto, de donde se había desplazado expresamente “para despedir al Papa argentino”. 

“Fue el Papa más importante de la historia, nuestro mejor embajador. Lo menos que podía hacer era venir a agradecerle todo lo que hizo por la Iglesia por la gente que no creía”, sostenía Johana, que sostenía entre sus manos una de las diversas banderas argentinas que podían verse ya por la avenida. 

Jóvenes de Salesianos de Macerata, Italia.
Jóvenes de Salesianos de Macerata, Italia.

Con el mismo sentimento de agradecimiento esperaban entre rezos y emoción un grupo de guatemaltecos residentes en Roma. “El Papa nos pidió que no tuviéramos miedo, y eso me marcó profundamente”, reconocía otro hombre joven, Alberto Urbina, que el pasado 12 de diciembre vivió como un “regalo” el hecho de poder saludar personalmente a Francisco en el Vaticano con motivo de la festividad de la Virgen de Guadalupe. “El papa Francisco me acercó mucho más a la Iglesia cuando ya me había alejado, y eso es lo que me tiene aquí, despidiéndome”, señalaba.

Evelin, una señora mayor guatemalteca, expresaba también gratitud hacia el primer papa jesuita y latinoamericano de la historia. “Fue un Papa que supo llegar al corazón de las personas y nos enseñó a caminar juntos, unidos en una Iglesia sinodal”, apuntaba la mujer, destacando el “gran amor” de Francisco por los colectivos que más lo necesitaban, “los emigrantes y refugiados, los niños, los ancianos, los enfermos, los presos y, en general, por todos aquellos que atraviesan dificultades. 

Religiosas esperando la llegada del féretro de la comitiva fúnebre del Papa.
Religiosas esperando la llegada del féretro de la comitiva fúnebre del Papa.

Cuando estaban a punto de dar las 10 de la mañana, mientras los alrededores de la Santa María la Mayor seguían recibiendo riadas de personas, los pocos clientes sentados en el interior de la cafetería seguían con atención el inicio del funeral del Papa en la basílica de San Pedro. 

“Estamos aquí de vacaciones y nos acabamos de enterar de que el Papa ha muerto”, decía un matrimonio de turistas suizos que, pese a no ser creyentes, seguían con interés a través de la televisión italiana las imágenes de los sediarios pontificios trasladando el féretro del papa al interior de la basílica de San Pedro.

Eran los instantes iniciales de una histórica ceremonia que también seguían con fervor a través de pantallas gigantes las más de mil personas que ya rodeaban esta otra basílica papal donde, horas más tarde, los restos del papa Francisco serían depositados para su eterno descanso.

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