Bergoglio pide a los sacerdotes que “no dejen solo al santo Pueblo de Dios en esta pandemia” Francisco cumple siete años como Papa denunciando "el Evangelio del clericalismo"
El Papa clama contra "una ideología moralista, llena de preceptos y ridícula, porque desciende a la casuística para cada cosa"
“Quisiera hoy rezar por los pastores, que tienen que acompañar al pueblo de Dios en esta crisis”
Viernes, 13 de marzo. Hoy hace siete años, los cardenales reunidos en Cónclave elegían al arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, Papa de Roma. Lejos de grandes fastos, Francisco 'celebró' su aniversario trabajando, presidiendo en solitario la misa matutina en Casa Santa Marta, abierta al mundo a través de streaming por la pandemia de coronavirus.
En su saludo inicial, el Papa quiso dedicar la misa “a los enfermos y las familias que están sufriendo esta pandemia”. “Quisiera hoy rezar por los pastores, que tienen que acompañar al pueblo de Dios en esta crisis”, apuntó Bergoglio. “Que el Señor les dé la fuerza, el valor y la capacidad para elegir los mejores métodos para guiar. Las medidas drásticas no siempre son buenas. Recemos para que el Espíritu Santo les dé a los pastores la capacidad y el discernimiento para que logren dar medidas que no dejen solo al santo Pueblo de Dios. Necesitan recibir la palabra de Dios y los sacramentos”.
Ideólogos del don de Dios
En su homilía, además, volvió a denunciar la “ideologización” de los dones de Dios por parte de los Doctores de la Ley, desde los tiempos de Jesús hasta hoy. Y lo hizo recordando los pasajes de la venta de José por parte de sus hermanos, y la parábola de los viñadores que se rebelaron contra el dueño de la viña, hasta matar a su hijo.
“El hombre que plantó una viña es el pueblo de Dios, hay una elección, y una promesa, una alianza”, como la de Dios en el Sinaí. “El pueblo tiene siempre que custodiar en la memoria la elección de haber sido la promesa de mirar hacia adelante, para vivir cada día la fidelidad”. Sin embargo, los viñadores “olvidaron que no eran los dueños de la viña”. “Jesús está hablando aquí de los doctores de la Ley” y cómo trataron a los profetas, y un anuncio del propio sufrimiento de Cristo.
“Esta es una historia de infidelidad a la elección, a la promesa, a la alianza, que es un don de Dios”, denunció Bergoglio. “Esta gente se apropió de este don, y fue encerrado, enjaulado, hasta convertirlo en doctrina, en ley. Fue ideologizado. Y así el don perdió su naturaleza y terminó en una ideología, sobre todo una ideología moralista, llena de preceptos y ridícula, porque desciende a la casuística para cada cosa”, clamó el Papa. “ Se apropiaron del don, este es un gran pecado, el pecado de olvidar que Dios se hizo don él mismo por nosotros”
Clericalismo y rigidez
Entonces, “se rompe la alianza, porque la han ideologizado”, apuntó Bergoglio. “En esta actitud yo veo el inicio del Evangelio del clericalsimo, que es una perversión, que reniega siempre de la elección gratuita de Dios, la promesa gratuita de Dios”. Olvida “la gratuidad de la relación con Dios”, que “se hizo don para nosotros, y nosotros debemos darlo, y hacerlo ver a los demás, no como una posesión nuestra”.
Y es que, añadió Francisco, “el clericalismo no es sólo algo de nuestros días, la rigidez tampoco. Ya en tiempos de Jesús existía”. “Pidamos al Señor la gracia de recibir el don como un don, y transmitirlo como un don, no como una propiedad. No de un modo sectario, rígido, clericalista”, culminó.