Francisco insta a "desarmar la mano del hermano contra el hermano" Albina e Irina, Rusia y Ucrania, portan en silencio la cruz del dolor y de la guerra en un impactante Via Crucis en el Coliseo
El Vaticano cede ante las presiones y, aunque Albina e Irina llevan juntas la cruz, no pronuncian una sola palabra en la estación 'Jesús muere en la cruz'. En su lugar, miles de fieles mantienen un rotundo silencio para pedir la paz en el mundo
"Haz que no nos comportemos como enemigos de la cruz de Cristo, para participar en la gloria de su resurrección", clamó Francisco
"Aprendamos a seguir planes de paz; llevar a los adversarios a darse la mano, para que prueben el perdón mutuo; desarmar la mano del hermano contra el hermano, para que donde haya odio haya concordia". En un impactante Via Crucis en el Coliseo (dos años después de la pandemia) el Papa Francisco clamó contra la guerra en Ucrania, reclamando, una vez más, el desarme y el diálogo. "Haz que no nos comportemos como enemigos de la cruz de Cristo, para participar en la gloria de su resurrección", apuntó.
Y con una sorpresa, en la estación XIII, la que más polémica había causado por la propuesta vaticana de hacer aparecer, juntas, a dos enfermeras, una procedente de Ucrania y, la otra, de Rusia. Finalmente, ante miles de fieles que se agolpaban en torno al Foro Romano, y junto a un Pontífice absorto, concentrado en la fuerza de las reflexiones, Albina e Irina no pronunciaron una sola palabra. La Santa Sede cedió a las presiones, pero a cambio ofreció un gesto rotundo: el del silencio más absoluto de todos, rezando, con los ojos cerrados, con profundo dolor, por la paz en el mundo.
A lo largo de catorce estaciones, escritas y recorridas por familias, el imponente Coliseo (iluminado con velas, estremecedor) albergó la oración que recuerda el camino de Jesús al Gólgota. Tal y como había pedido Bergoglio, las familias encarnaron la Pasión en la vida cotidiana de tantos hogares.
Así, los textos fueron sido escritos por un joven matrimonio (estación I), una familia en misión (estación II), una pareja de ancianos sin hijos (estación III), una familia numerosa (estación IV), una familia con un hijo discapacitado (estación V), una familia que dirige un hogar- familia (estación VI), una familia con un padre enfermo (VII), una pareja de abuelos (VIII), una familia adoptiva (IX), una viuda con hijos (X), una familia con un hijo consagrado (XI), una familia que ha perdido una hija (XII), una familia ucraniana y otra rusa (XIII) y una familia de emigrantes (XIV).
En el contexto de la guerra en Ucrania, las dos familias ucranianas y rusas habían escrito el texto de la XIII estación (Jesús muere en la Cruz) e iban a ofrecer sus voces a favor de la paz y de una fe vivida en el amor y no en la violencia fratricida. Las familias rusa y ucraniana iban a clamar juntas una oración contra la muerte, la división y las bombas. Sin embargo, todo cambió por un silencio para rezar por la paz. Y la oración final
Señor Jesús,
que desde tu lado traspasado
has traído la reconciliación a todos,
escuchar nuestras humildes voces:concede a las familias destrozadas por las lágrimas y la sangre
creer en el poder del perdón
y a todos nosotros para construir la paz y la armonía.Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Oración final del Papa
Padre misericordioso
que hace salir el sol sobre los buenos y los malos,
no abandones el trabajo de tus manos,
por el que no dudó
para entregar a tu único Hijo,
nacido de la Virgen,
crucificado bajo Poncio Pilato,
muerto y enterrado en el corazón de la tierra,
resucitado de entre los muertos al tercer día,
se le apareció a María de Magdala,
a Pedro, a los demás apóstoles y discípulos,
siempre viva en la santa Iglesia,
su Cuerpo vivo en el mundo.
Mantener la luz en nuestras familias
la lámpara del Evangelio
que ilumina las alegrías y las penas,
trabajos y esperanzas:
cada hogar refleja el rostro de la Iglesia,
cuya ley suprema es el amor.
Por la efusión de tu Espíritu
ayúdanos a despojarnos del viejo hombre,
corrompido por pasiones engañosas,
y revestirnos del hombre nuevo,
creado en justicia y santidad.
Tómanos de la mano, como un Padre,
para que no nos alejemos de Ti;
convierte nuestros corazones rebeldes a tu corazón,
para que aprendamos a seguir planes de paz;
llevar a los adversarios a darse la mano,
para que prueben el perdón mutuo;
desarmar la mano del hermano contra el hermano, para que donde haya odio haya concordia.
Haz que no nos comportemos como enemigos de la cruz de Cristo, para participar en la gloria de su resurrección.
Él vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
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