No hay modo de alcanzar todo, que dejándose no alcanzar por nada.-

Y así disolverse en su mirada de fuego, que todo lo abrasa y no deja de consumirse, desde- que Él, es el hijo del hombre: Camino, Verdad y Vida.

Cuando esta perla única y sin copia, la encuentra el hombre, en su triste paseo, se abre- "a la perla del camino"
Dónde él avanza cada día y te pide que le sigas.

Empiezas a ser siempre peregrino con él, camino que compartís los dos, con el paso sereno y exigente de cada día.

Enseñas esta perla al que la quiera ver, y empiezas a vislumbrar otra cara desconocida de su presencia, "La perla de la verdad"

La única verdad de todo lo que tienes, que todo es suyo y nada tuyo. Esa es la Verdad, "Él es la Verdad".

Más tarde, has vislumbrado, con el destello de la perla, otra cara desconocida, la otra cara de tu vieja vida,"La perla de la vida".

El agradecimiento de vivir en su Vida, y mostrar esta cara a todos los que la quieran.

Serás su zarza en llamas, que no dejará de consumirse.

Serás, El humilde y precioso collar de perlas de Jesús.

Y que se ha hecho zarza para abrasarnos y quiere con su locura, que mantengas su fuego para dejarte abrasar, y quemar todo lo que te pide.

Él, es perla y collar de perlas preciosas.
Te harás con él, una perla increíblemente bella de su collar- para mostrarla a todos los que la quieran acoger en su pecho-
y darla a conocer.

Así es Jesús, el Humilde, pescador de perlas
preciosas.
La Zarza que no se consume- perdiendo el tiempo con los que lo quieren perder con él.