Jesús, siempre llamas a los sencillos,
y a los que están disponibles
para ser tus portavoces.
A ellos les revelas tu nombre y los secretos de tu corazón
El que se empeña en ser número uno en tu Reino,
acaba en la casa de los empeños perdiendo su corazón.
Jesús elige al que no tiene nada que ganar
igual que hizo él con su Padre.
Al Padre solo le interesa lo que de Jesús es-
No preocuparse en nada de lo que no sea él
Ni buscar nada fuera de él.
Para todo, está él
Para nada, está el mundo.
Dejarse arrastrar por él,
Amor que todo lo abrasa
Fundiéndose él en
nosotros.
Siendo molde de su Espíritu
Y no molde de bonitas palabras y falsas promesas
que todo lo enmierda, con el Espíritu del Mal.
"He venido a prender fuego a la tierra"
¡Y cuánto deseo que ya esté ardiendo!
(Lucas 12, 49-53)
El fuego que ha traído
para dar la vuelta a este mundo, con la lógica de Jesús.
Incendiando con su Espíritus, todo lo que no
es su Espíritu Santo.
A los pequeños que son grandes para ti, les has dado tu mirada.
Les has elegido porque hablan tu mismo idioma
Les estás llamando cada día porque son sencillos
y están disponibles para ser tus portavoces.
¿Te atreves a ser pequeño y sencillo,
disponible con Jesús?