La ingrata tarea de la burocracia de proyectos

(JCR)
Durante las ultimas semanas llevo entre manos labores bastante ingratas que podian resumirse con lo que en espanol llamamos “papeleos”. Es la parte menos bonita y mas escondida de quienes trabajamos en o para Africa, ya sea como misioneros o cooperantes. Pero tambien en medio de estos tramites se aprenden lecciones que nos humanizan, y nos hacen reflexionar, ensenandonos lecciones muy valiosas.

Escribo estas lineas desde Uganda, a donde llegue el 24 de junio. He pasado los primeros dias haciendo gestiones para registrar la ONG Red Deporte y Cooperacion, donde trabajo. Antes de llegar aquí tuve que bregar por distintas oficinas de Madrid para obtener la documentacion que se nos requiere en Uganda: los estatutos de la ONG, un documento de la Agencia Espanola de Cooperacion Internacional certificando que estamos inscritos, certificados de penales... mas una buena colección de sellos notariales y de ministerios varios que estampan en los documentos requeridos despues de concertar una cita por internet o en telefonos donde no responden nunca y tras varias horas de esperar pacientemente en oficinas de organismos oficiales.

Armado de los documentos correspondientes, hay que lidiar con la segunda parte de la burocracia, en un pais africano como Uganda. Aquí hay que conseguir otra colección de cartas de recomendación de autoridades locales diversas y otros ministerios, con sus consabidas visitas y pacientes esperas. Si el “vuelva usted manana” o el “le falta un documento” le echan a uno para atrás en Espana, en Africa las cosas van por lo general a un ritmo mucho mas lento y hay que armarse aun de mas paciencia. La ultima experiencia que he tenido ha sido la negativa que me han dado en la embajada de la Republica Democratica del Congo en Kampala, donde en ocasiones anteriores me han dado el visado de un dia para otro y ahora no lo conceden, alegando que la nueva politica exige que los extranjeros lo obtengan en sus paises de origen. Cuando me llegue de Espana, espero poder viajar alli sin mayores demoras.

Hay, sin embargo, algunas diferencias notables. En Espana, cuando te falta un documento o las cosas no estan estrictamente en regla te dicen que “no” y esa es la ultima palabra sin posibilidad de apelacion. En Africa un “no” raramente es la ultima palabra. En un contexto cultutal como este cuentan mucho los contactos que tienes, a quien conoces y si te llevas bien con la persona que tienes al otro lado. Puede que la burocracia sea mas complicada en Africa, pero la gente por lo general suele ser mas flexible y cuando el funcionario te dice que te falta algo te mira como con cara de simpatia, como si te pidiera perdon por haberte rehusado lo que pedias y te trata como a un conocido, no como a un ser anonimo.

Hacer tramites burocraticos es una labor poco gratificante. Para que resulte mas llevadero hay que levantar la mirada y mirar lejos, hacia lo que quieres conseguir: que los jovenes desfavorecidos tengan mejor educacion, que los refugiados tengan acceso a una sanidad de calidad, que los ninos de la calle pasen sus ratos de ocio jugando al futbol y no esnifando pegamento para drogarse, que los lideres comunitarios aprendan cosas que les sirvan para deselvolverse en su vida diaria tejida de mil dificultades...

Los que trabajamos en o para Africa sabemos que, como todo en la vida, hay tareas poco agradables pero que un dia daran su fruto, y a las que hay que dedicar muchos esfuerzos y horas.
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