Origen de la fiesta de epifanía: baile de fechas, lugares y contenido

Epifanía es una fiesta de origen oriental. El mismo nombre lo indica. También en este caso la fiesta cristiana ha surgido como réplica a la heliolatría o culto solar pagano.Los datos que nos permiten detectar los orígenes de la fiesta son escasos y tardíos.

Hay, sí, un testimonio antiguo, pero va referido a una secta gnóstica extendida en Egipto y es de escasa relevancia histórica. Este testimonio nos lo facilita Clemente de Alejandría (150c-215c). Hablando de la fiesta del nacimiento de Cristo, nos asegura que algunos lo fijan el 20 de mayo. En este contexto introduce la alusión a los gnósticos: «Los discípulos de Basílides festejan también el día del bautismo de Jesús y pasan toda la noche precedente en lecturas. Según ellos, esto sucedió el año quince de Tiberio Cesar, el día 15 del mes de Tybi (10 de enero). Otros, en cambio, dicen que fue el día 11 del mismo mes (6 de enero)».

Esta es la primera noticia que tenemos de la fiesta del 6 de enero. Pero la noticia es, más bien, parca en detalles. Por otra parte, el eco que esta solemnidad ha tenido en la gran Iglesia es nulo. De hecho, Orígenes no la conoce. Habrá que esperar a finales del siglo IV para tener noticias fidedignas sobre la extensión de la fiesta de epifanía en Oriente. Los gnósticos discípulos de Basílides, a quien se refiere Clemente en el texto citado, celebraban el nacimiento del Señor al festejar el bautismo en el Jordán. Fue entonces, según ellos, cuando la humanidad de Jesús fue asumida por la divinidad. Ese fue el momento de su verdadero nacimiento. Y citaban aquellas palabras misteriosas que se oyeron en el momento del bautismo: «Tú eres mi Hijo muy amado; hoy te he engendrado» (Lc 3,22).

El primero que nos ofrece una información precisa sobre la existencia de la fiesta de epifanía en Egipto es precisamente un occidental: Casiano. Este, con motivo de una visita a los monasterios de Egipto hacia el año 400, nos refiere cómo el patriarca de Alejandría enviaba una carta circular, después de la fiesta de Epifanía, a todas las Iglesias que caían bajo su jurisdicción. En este contexto nos dice refiriéndose a la Epifanía: «Existe en Egipto esta antigua tradición. El día de epifanía es, al decir de los sacerdotes de la provincia, el del bautismo del Señor y de su nacimiento según la carne. Por eso este doble misterio no se celebra entre ellos, como en Occidente, en dos solemnidades distintas, sino en una sola festividad. Pues bien, después de esa fiesta de epifanía, el obispo de Alejandría envía letras a todas las iglesias y monasterios del país para notificar las fechas en que comienzan la cuaresma y la Pascua». El testimonio de Casiano nos da pie a pensar que en esa época, a finales del siglo IV, sólo se celebraba en Egipto la fiesta del 6 de enero. Algunos conmemoraban ese día el nacimiento; otros, el bautismo del Señor.

Otro tanto ocurría en Jerusalén. En la misma época la Iglesia de Jerusalén sólo celebraba la solemnidad del 6 de enero, conmemorando únicamente el nacimiento del Señor y sin hacer ninguna referencia a su bautismo en el Jordán. Al final del siglo IV la fiesta de epifanía aparece ya en todas las Iglesias orientales. En un primer momento, antes de incorporar la fiesta romana del 25 de diciembre, esas Iglesias celebraban en el día 6 de enero el nacimiento del Señor y, con frecuencia, su bautismo en el Jordán. En algunas partes, incluso en esa misma fecha, se celebraba la adoración de los magos y el milagro de Caná. Al introducirse la fiesta de navidad, en cambio, la conmemoración del nacimiento del Señor se celebrará el 25 de diciembre, quedando para el 6 de enero la referencia al bautismo en el Jordán.

La fiesta de Epifanía se introduce algo más tarde en Occidente. En la Galia es donde aparece por primera vez, quizás hacia el 361. En esa fiesta las iglesias galas celebraban el nacimiento de Cristo. Hacia el 380, en la Iglesia hispano-visigoda, junto con la fiesta del 25 de diciembre, se celebra también la fiesta de epifanía. En esa solemnidad se conmemoraba la adoración de los magos. En la Italia del Norte, hacia el 383, aún no habla sido introducida la fiesta de epifanía. En todo caso, allí donde se celebraba, epifanía no revestía la importancia y el relieve que tenla la fiesta de navidad. En Roma es conocida y celebrada la doble festividad en tiempos de san León (siglo v).

El contenido que la tradición occidental asignó a la fiesta de Epifanía se centraba en el triple acontecimiento: adoración de los magos, bautismo del Señor y bodas de Caná. A través de esos acontecimientos epifanía se perfila como la celebración de la manifestación del Señor. Navidad quedará como fiesta del nacimiento.
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