III MARTES DE ADVIENTO/ CICLO C/ 18-12-2018.
III MARTES DE ADVIENTO/ CICLO C/ 18-12-2018.
EVANGELIO DEL DÍA: Mt 1,18-24.
La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo
y le pondrán por nombre Emmanuel,
que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.
COMENTARIO:
Celebramos el Martes de la Tercera Semana de Adviento. El adviento es: aceptación, entrega, gratificación, oración, compromiso, esperanza, servicio, alegría; es decir, “si”, "hágase en mí tu palabra". En el Evangelio de este Martes de la Tercera Semana de Adviento leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 1,18-24).
El evangelista ha presentado la genealogía de Jesús partiendo de Abrahán y pasando por David. El último descendiente de David nombrado es "José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, el Cristo".
De José sólo se dice "que era un hombre justo", un término de profundo significado en el Antiguo Testamento, que asume, a propuesta de Dios, la paternidad de Jesús.
¡Oh, Cristo, Señor nuestro y Dios nuestro; tú eres el Camino, la Verdad y la vida. Vigila nuestros pensamientos , palabras y obras; guárdanos en este día, para que nuestras obras sean queridas y cumplidas para gloria de tu santo nombre y para la salvación del mundo!
www.marinaveracruz.net
EVANGELIO DEL DÍA: Mt 1,18-24.
La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo
y le pondrán por nombre Emmanuel,
que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.
COMENTARIO:
Celebramos el Martes de la Tercera Semana de Adviento. El adviento es: aceptación, entrega, gratificación, oración, compromiso, esperanza, servicio, alegría; es decir, “si”, "hágase en mí tu palabra". En el Evangelio de este Martes de la Tercera Semana de Adviento leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 1,18-24).
El evangelista ha presentado la genealogía de Jesús partiendo de Abrahán y pasando por David. El último descendiente de David nombrado es "José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, el Cristo".
De José sólo se dice "que era un hombre justo", un término de profundo significado en el Antiguo Testamento, que asume, a propuesta de Dios, la paternidad de Jesús.
¡Oh, Cristo, Señor nuestro y Dios nuestro; tú eres el Camino, la Verdad y la vida. Vigila nuestros pensamientos , palabras y obras; guárdanos en este día, para que nuestras obras sean queridas y cumplidas para gloria de tu santo nombre y para la salvación del mundo!
www.marinaveracruz.net