De su investigación nació la miniserie 'El minuto heroico: Yo también dejé el Opus Dei' recién estrenada en Max España Mónica Terribas, periodista: "Le exijo al Vaticano que el Opus Dei pague por el daño que ha causado"

Mónica Terribas
Mónica Terribas

La periodista catalana Mónica Terribas es exdirectora de Televisió de Catalunya y directora de la miniserie de cuatro capítulos 'El minuto heroico: Yo también dejé el Opus Dei' que acaba de estrenar Max España 

La historia está compuesta por 13 testimonios en primera persona de mujeres que pertenecieron a la organización católica Opus Dei en Europa, América Latina y Estados Unidos en distintos roles y rangos, entrelazados en un relato coral que coincide en una historia de abusos, manipulación y dolor

Terribas lo dice con claridad: "No son casos aislados, sino que se trata de un sistema que la institución ha instalado en el mundo"

Cada día, los miembros célibes del Opus Dei deben saltar de la cama con el timbre despertador, arrodillarse, besar el suelo y decir "¡Serviam!" (Serviré). A ese ritual matutino y obligatorio se lo llama "el minuto heroico" y de allí sale el nombre del documental

Además de los testimonios en primera persona, el documental suma las voces, entre otras: Gareth Gore, Antonia Cundy, John Paul Lennon y Sebastian Sal

La Justicia argentina ha acusado a la Obra de trata de mujeres y explotación laboral, en un proceso histórico

(elDiario.es).- A principios de 2020, la periodista catalana Mónica Terribas recibió un correo electrónico de una mujer a la que no conocía. En un puñado de líneas que firmaba María Roca estaba la génesis del documental El minuto heroico: Yo también dejé el Opus Dei. “Enseguida quedé con ella en una cafetería y después de conversar como cuatro horas tuve la certeza de que tenía que investigar este tema”, dice la exdirectora de Televisió de Catalunya y directora de la miniserie de cuatro capítulos que acaba de estrenar Max España y ya está disponible en todo el mundo. 

Newsletter de RD · APÚNTATE AQUÍ

El de María Roca es uno de los 13 testimonios en primera persona de mujeres que pertenecieron a la organización católica Opus Dei en Europa, América Latina y Estados Unidos en distintos roles y rangos, aunque todas entrelazadas en un relato coral que sin distancias geográficas ni temporáneas coincide en una historia de abusos, manipulación y dolor. Terribas lo dice con claridad: “No son casos aislados, sino que se trata de un sistema que la institución ha instalado en el mundo”

'Minuto Heroico, Yo dejé el Opus Dei'

Cada día, los miembros célibes del Opus Dei deben saltar de la cama con el timbre despertador, arrodillarse, besar el suelo y decir “¡Serviam!” (Serviré). A ese ritual matutino y obligatorio se lo llama “el minuto heroico” y de allí sale el nombre del documental. Además de los testimonios en primera persona, el documental suma las voces, entre otras, del periodista de investigación inglés Gareth Gore, autor de Opus(Editorial Crítica); Antonia Cundy, periodista del Financial Times; John Paul Lennon, psicólogo especializado en abusos religiosos y sectas, y Sebastian Sal, el abogado defensor de 'El caso de las 43', exnumerarias auxiliares en Argentina que han denunciado al Opus Dei. La Justicia argentina ha acusado a la Obra de trata de mujeres y explotación laboral, en un proceso histórico.

-Como periodista habrá escuchado muchas cosas sobre el Opus Dei. ¿Qué decía ese mail que despertó en usted la urgencia de encontrarla y disparó la investigación? 

-A mí el Opus Dei periodísticamente siempre me ha interesado, pero cuando recibí el mail de María había algo ahí muy impactante: ella decía que había estado más de 20 años dentro y que recién ahora, cerca de sus 60, se sentía con fuerzas para contar lo que había vivido, desde el abuso laboral hasta la separación de su familia. Lo que me movió es lo que me mueve como periodista: la vulneración de derechos. Después de conocerla, empecé a contactar con otras mujeres y me encontré con que todas reproducían, 30 años después de haberlo vivido, exactamente lo mismo. Entonces me surgió la necesidad de saber si esto ocurría en distintas partes de España y en otras partes del mundo. Y además en distintas edades, porque yo quería saber si eso estaba pasando con mujeres más jóvenes.

-¿Resultó difícil el proceso de dar con los testimonios?

-Primero di con otros testimonios en Lleida, algunos casos increíbles que quedaron fuera porque finalmente no quisieron salir en la serie. Y luego contacté con Marta Ribes y Marina Pereda, dos exnumerarias jóvenes. Entonces me encontré con Opus Libros, una página web que desde 2002 reúne testimonios de exmiembros del Opus Dei de todo el mundo. Su directora, Agustina López de los Mozos, ha hecho un trabajo fantástico en las últimas décadas. Un trabajo que ponemos en valor en el cuarto capítulo, junto con otros hechos extraordinarios como la denuncia de las 43 de Argentina y tu trabajo y el de Sebastián Sal sobre esto, y el de otros periodistas como Gareth Gore y Antonia Cundy, o los testimonios de Carmen Tapia y María Angustias Moreno.  

-Si bien hay testimonios de mujeres de distintas edades, el documental está protagonizado por jóvenes y esto impacta de lleno en el argumento que el Opus Dei suele esgrimir frente a este tipo de denuncias: que son cosas del pasado y que ya no suceden.

-En mi cabeza, a medida que iba avanzando en la investigación, yo quería reunir todo el arco de edades, también todas las categorías que implican celibato –numerarias, agregadas y auxiliares– y que esas mujeres fueran de distintos orígenes socioeconómicos, porque quería mostrar toda esa diversidad y que quedara claro que esto es algo que ha seguido ocurriendo hasta hace cuatro días.

Dos de las denunciantes, Norma Martínez (der) y Dora López (izq), con el prelado del Opus Dei Javier Echevarría.

-Al Opus Dei se lo mira sobre todo como una cosa de hombres de poder. Sin embargo, más del 60% de sus miembros son mujeres. ¿Cómo definiría el lugar que tienen ellas en la organización?

-El Opus Dei incorporó a las mujeres en 1930 por necesidad, eso es evidente, y con el correr de las décadas fueron corrigiendo la estrategia, y al llegar al siglo XXI tenemos a numerarias que están posicionadas en lugares muy importantes económicamente y en centros de estudio, sobre todo porque han tenido una posibilidad de tener un rol fuera de los centros del Opus Dei. Sin embargo, hay mujeres numerarias que, a pesar de ser profesionales, han sufrido los mismos abusos que se relatan en el documental.

En cambio, los hombres han ocupado posiciones más estratégicas y de poder tanto dentro de los centros educativos como del poder económico. Esto es así: las mujeres se quedan en la primera planta mientras que los hombres suben a la tercera y al ático con más facilidad.

-El sello narrativo del documental tiene que ver con las recreaciones ficcionadas de la vida intramuros del Opus Dei, que tienen la particularidad de ser asistidas y guiadas por las mujeres que aportan su testimonio. 

-Cuando las entrevistaba pensaba en que lo que me contaban tenía que poder ser visto por el espectador, pero además para poder demostrar lo sistémico de la institución nos pareció bien que una sola actriz (Claudia Traisac) representara las situaciones vividas por todas las mujeres. Y la realizadora Laura Sisteró, a quien convocamos para dirigir las recreaciones, propuso que las mujeres asistieran al rodaje para poder corregir y aportar, para que fuera todo lo más real posible. Y decidimos que eso se mostrara.

-Hacer un documental con personas que han sido víctimas necesita de contención y apoyo. ¿Cómo abordaron esto?

-Vega González, que es psicóloga clínica, ha estado al lado de estas mujeres desde el día uno y hasta hoy, porque estuvimos de acuerdo tanto con Max como con The Media Pro Studio en que teníamos que cuidar a estas personas porque podían pasarlo mal durante todo este proceso. Proteger a las 13 para mí era la clave. 

-¿Por qué quisiste buscar historias fuera de España?

-Porque el Opus Dei es una institución internacional. El Opus Dei está en Roma, y entonces no tenía sentido hacer un documental sobre el Opus Dei que se quedara en España. Si queríamos demostrar que esta es una práctica sistemática, que se aplica desde los reglamentos internos de forma global, había que salir y buscar en otros lados. 

Sociedad
Sociedad

-El Opus Dei se negó a participar y publicó un comunicado, incluso antes del estreno de la serie, en el que dice que “el enfoque que la docuserie asume no representa la realidad” y que “de manera sesgada presenta a la Obra como una organización de personas malvadas cuya motivación es hacer daño”.  

-En el momento en el que tuvimos las entrevistas grabadas con las mujeres, enviamos una carta certificada al Opus Dei y me comuniqué también con el Vaticano para explicarles qué estábamos haciendo. Me ofrecí a ir a Roma a mostrarle al prelado las entrevistas para que respondiera. Normalmente, lo que los periodistas hacemos es entrevistar a las partes, pero en este caso les estábamos ofreciendo que les respondieran directamente a ellas. Recibieron la carta en mayo y les dimos tiempo hasta finales de septiembre, ofreciéndoles lo que quisieran para ver al prelado o, si eso no era posible, a un portavoz de la Prelatura. 

-¿Qué respondes al Opus Dei cuando suele asimilar las malas experiencias a hechos aislados?

-Esto no depende de un centro concreto, porque hay una directora que hace esto. Viene institucionalizado a través de los documentos internos de la Prelatura del Opus Dei y por lo tanto es así en todo el mundo. El prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, tiene la responsabilidad de dar respuesta a estos 13 casos porque reproducen las mismas disfunciones que están avaladas por otros testigos que dicen exactamente lo mismo.

-¿Qué le produce personalmente como mujer y no sé si católica que la Iglesia no haya tenido reacción frente a esto, más allá de algunas medidas del papa Francisco?

-Yo soy hija de una educación católica de base y mis testimonios cercanos son de cristianos que con su acción en la calle trabajaban para los demás. Yo creo en eso y, por lo tanto, veo el abuso espiritual alejadísimo. Es decir, ordenar cosas en nombre de Dios que coaccionen tu psique y te conviertan en alguien sin capacidad de tomar decisiones y de vivir por ti misma en libertad, eso está lejísimo de lo que para mí es el cristianismo de base.  

-¿Espera alguna reacción del Opus Dei?

-Yo le pido al Opus Dei que repare materialmente el daño psicológico y material que ha causado y que sea capaz de refundarse, si es eso. Y al Vaticano le exijo que el Opus Dei pague. Porque si tú tienes dentro de tu seno a una institución que compruebas que está vulnerando derechos, tu obligación es poner toda la ley de la Iglesia al servicio de la reparación. Sabemos que la Iglesia está investigando muchas de las cosas que se dicen en el documental, cosas que se han ido publicando y otras que muchas personas han dicho públicamente. La Iglesia debe tomar una posición respecto al Opus Dei y sus acciones.

Volver arriba