"Quieren obligar a la gente a salir del armario por la puerta que te digan", denuncia Munilla, ante las denuncias de terapias de conversión homosexual en Valencia: "Es un liberticidio LGTBI"

Munilla, ante el espejo
Munilla, ante el espejo

“Me consta que la acusación es falsa. Este hombre no es un terapeuta, y esta acusación se podría dirigir a cualquiera de nosotros, a un acompañante espiritual. Me la podían dirigir a mí”, perpetra el prelado en su último ‘Sexto Continente’

“Eso de que las terapias de reversión dañan la psicología, eso no es en absoluto cierto, está demostrado”

“La noticia quiere meter miedo e impedir la libertad del acompañamiento de las personas que libremente pidan ser acompañadas en la ayuda que tienen derecho a pedir”

"Es un liberticidio LGTBI". Así define el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, las acusaciones de realizar terapias de reconversión homosexual contra el director del Centro de Orientación Familiar (COF) de la diócesis de Valencia, que están siendo investigadas por la Consellería de Educació de Valencia. El centro no es un organismo oficial de la diócesis, aunque sí está vinculado al Secretariado para la Defensa de la Vida del Arzobispado, en el que participa, entre otras instituciones, el lobby ultra Hazte Oír.

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En su programa semanal 'Sexto Continente', y tras criticar con dureza a Vox por su negativa a acoger a menores inmigrantes, Munilla dedica buena parte del espacio a arremeter contra estas acusaciones, partiendo de la base de que "eso de que las terapias de reversión dañan la psicología, eso no es en absoluto cierto, está demostrado".

Federico M.V.
Federico M.V.

Quieren meter miedo

“Se han tenido que poner de acuerdo todos los medios justo cuando acaba la semana del orgullo, qué casualidad”, arranca Munilla, quien sostiene que la noticia, publicada por todos los medios de comunicación, independientemente de su signo o ideología, “quiere meter miedo e impedir la libertad del acompañamiento de las personas que libremente pidan ser acompañadas para poder abordar sus problemas personales”.

“¿Tiene sentido que se prohíban legalmente estas terapias de reconversión?”, se pregunta el obispo. “No”, responde con rotundidad, criticando que se permita “el cambio de sexo, que se puedan hormonar, hacerse cirugías y ponerse prótesis… se puede hacer lo que le dé la gana”, pero “se persigue legalmente a quien trate de tener una supuesta terapia psicológica para revertir su supuesta condición homosexual. ¿Cabe una contradicción más flagrante?”.

“Es increíble, es un liberticidio”, condena Munilla, quien pide “reivindicar la libertad para la ciencia” pues, en su opinión, es un hecho que dichas terapias no son dañinas para la persona. “Dicen que cada uno tiene derecho a salir del armario, pero tiene que salir por la puerta que tú me digas”.

“Si uno tiene derecho a hormonarse, hacerse no se qué operaciones… tendrá también derecho de explorar una terapia psicológica de reversión de su homosexualidad, ¿o va a resultar que la libertad sexual solo vale para lo que la ideología lgtbi propugna?"

“Si uno tiene derecho a hormonarse, hacerse no se qué operaciones… tendrá también derecho de explorar una terapia psicológica de reversión de su homosexualidad, ¿o va a resultar que la libertad sexual solo vale para lo que la ideología lgtbi propugna?”, añade el prelado.

El obispo Munilla en una manifestación provida
El obispo Munilla en una manifestación provida

“Me consta que la acusación es falsa. Este hombre no es un terapeuta, y esta acusación se podría dirigir a cualquiera de nosotros, a un acompañante espiritual. Me la podían dirigir a mí”, añade el prelado, quien compara la prohibición de las terapias con la normativa que condena el "acoso" en los "abortorios". Pero matiza: "En España no se acosa a nadie, otra cosa es que con absoluto respeto se le ofrezca alguna ayuda para poder llevar adelante su embarazo. Eso no es acosar".

"Cuando se habla de prohibición de terapias de reconversión, lo que se está intentando es que nadie pueda recibir un acompañamiento en sus heridas homosexuales en la dirección de la vivencia en castidad, desde la moral cristiana. Se pretende que todo el mundo salga del armario por la puerta de lo que yo te diga", reitera Munilla, que añade que muchos de los acusados "no son terapeutas, son acompañantes espirituales". "¿Que ese acompañamiento puede hacer que la homosexualidad pueda revertir? Eso no está en nuestra mano", finaliza el prelado, quien vuelve a defender al docente acusado. "Ese profesor ha hecho lo que tenía que hacer, ofrecer ayuda a los jóvenes que libremente le pedían ayuda".

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