El obispo de Sigüenza agradece, en el Día de la Caridad, la solidaridad de los españoles Atilano Rodríguez: “El problema de las migraciones no puede utilizarse nunca con criterios ideológicos”

Atilano Rodríguez
Atilano Rodríguez

“La responsabilidad fundamental en la atención a los desfavorecidos es cuestión de las instituciones sociales y políticas. La Iglesia y sus instituciones caritativas solo puede realizar una labor subsidiaria”

“Para superar posibles enfrentamientos ideológicos y para no anclarse en criterios partidistas, sería preciso que todos aunásemos esfuerzos en la búsqueda del bien común”

“La Iglesia no puede dejar de invitar a la vivencia del mandamiento del amor y a la práctica de la solidaridad como una actitud permanente y sostenible en el tiempo”

En este domingo del Corpus Christi, en el que la Iglesia también celebra el Día de la Caridad, los obispos españoles, en su mensaje con este motivo, titulado “De la adoración al compromiso”, nos recuerdan las dificultades pasadas en estos tiempos a causa de la pandemia, pero con la finalidad de aprovechar una solemnidad como la de este día para tratar de “alentar el ánimo y la alegría cristiana”.

“Ante estas situaciones dolorosas, la respuesta e implicación solidaria de la sociedad, en su conjunto, está siendo encomiable, como lo está siendo también por parte de la Iglesia y de Cáritas, como subrayan en ese mensaje, y nos recuerda en esta entrevista Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Promoción Humana.

- Cáritas y Manos Unidas, las dos grandes organizaciones sociocaritativas de la Iglesia en España, han seguido cosechando la solidaridad, también económica, de los españoles, a pesar de la factura que, en todos los sentidos, ha pasado la pandemia del covid-19. ¿Cómo interpretar esta oleada de fraternidad?

Atilano Rodríguez en la asamblea de Cáritas Diocesana
Atilano Rodríguez en la asamblea de Cáritas Diocesana

- Cada día constato con profunda gratitud la gran solidaridad de los católicos españoles y de las personas de buena voluntad en la atención a los más necesitados. Esta solidaridad se concreta en las aportaciones económicas, pero, sobre todo, en el acompañamiento de los miles de voluntarios de estas instituciones eclesiales a las personas marginadas y excluidas de la sociedad. Considero que la colaboración constante con estas instituciones eclesiales, fundamentalmente se debe a la seriedad con la que trabajan sus miembros y a la claridad económica en la utilización de los donativos y de las aportaciones de los fieles.

- Sin embargo, la pandemia remite, pero no así sus consecuencias. ¿Cómo decirle a quien cada vez tiene más difícil llegar a fin de mes por las subidas del precio de la luz, de los carburantes, de los alimentos… que menguan salarios ya precarios en su mayoría, que no se cansen de hacer el bien?

- Siguiendo las enseñanzas y el testimonio de Jesucristo, la Iglesia no puede dejar de invitar a la vivencia del mandamiento del amor y a la práctica de la solidaridad como una actitud permanente y sostenible en el tiempo. El servicio a los más necesitados es el mejor testimonio de Jesucristo para impulsar en estos momentos la acción evangelizadora de la Iglesia. Los primeros cristianos eran admirados por su amor a los pobres. Incluso llegaban a vender sus bienes para que nadie pasase necesidad. Estos comportamientos hacían posible que otros hermanos abrazasen la fe y la viviesen con profunda alegría.

Los políticos no pueden olvidar nunca que son elegidos por el pueblo para realizar un servicio a favor de la sociedad

- ¿Teme que se pueda producir, también en este caso, “el cansancio de los buenos”?

- Conociendo la generosidad de los españoles, si somos claros en la presentación del uso de los recursos económicos que provienen de sus donativos, tengo la convicción de que cada uno sabrá colaborar con la dedicación de su tiempo y de sus bienes en el acompañamiento a quienes viven solos y en la solución de sus necesidades materiales.

No obstante, hemos de tener siempre muy presente que la responsabilidad fundamental en la atención a los desfavorecidos es cuestión de las instituciones sociales y políticas. La Iglesia y sus instituciones caritativas solo puede realizar una labor subsidiaria.

El obispo de Sigüenza-Guadalajara
El obispo de Sigüenza-Guadalajara

-La gente se esfuerza en ser solidaria, en preocuparse por el prójimo, pero se topa con una clase política polarizada y polarizante también. ¿Teme que la bronca política acabe contagiando al resto de la sociedad?

- Los políticos no pueden olvidar nunca que son elegidos por el pueblo para realizar un servicio a favor de la sociedad. En este sentido, pienso que, para superar posibles enfrentamientos ideológicos y para no anclarse en criterios partidistas, sería preciso que todos aunásemos esfuerzos en la búsqueda del bien común de la sociedad y, por tanto, del bien de quienes viven sin recursos o son excluidos del tejido social.

Sería preciso llegar a un gran consenso en cada nación, en los países de la Unión Europea y en las instituciones internacionales que se preocupan de un modo especial por la suerte de las personas migrantes

 - ¿Cómo se explica que, quienes desde la política se confiesan cristianos, rechacen la llegada de inmigrantes y les culpabilicen del incremento de la violencia o el deterioro de los sistemas públicos de bienestar?

- El problema de las migraciones es muy difícil de resolver, pues está en juego la dignidad y el derecho de toda persona a emigrar a otros países, teniendo en cuenta las posibilidades de acogida de cada nación. En este sentido, pienso que es un tema que no pude utilizarse nunca por parte de nadie con criterios ideológicos o con intereses partidistas. A mi modo de ver, sería preciso llegar a un gran consenso en cada nación, en los países de la Unión Europea y en las instituciones internacionales que se preocupan de un modo especial por la suerte de las personas migrantes.

- El 13 de junio, tras la audiencia concedida por el papa Francisco, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, afirmó la “plena sintonía” entre las líneas programáticas del Gobierno de coalición y las líneas maestras del pontificado del papa Francisco. ¿Qué le parece esa apreciación?

-No puedo emitir un juicio sobre las declaraciones de don Félix Bolaños, pues el encuentro con el Papa fue un encuentro privado y, por tanto, no tengo conocimiento de los temas que se trataron en la conversación entre el Santo Padre y el ministro.

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