Victorino Pérez responde "La caverna siempre quiere encontrar herejes a los que mandar al fuego"

(Victorino Pérez Prieto, teólogo).- A finales de Noviembre, RD publicó una entrevista que me había hecho un periódico, publicada el día anterior. El título de la entrevista recogía unas palabras mías, que servirán para encontrarla a quien tenga interés: "Dios no tiene celos de que el sacerdote tenga una familia". Como suele ocurrir, enseguida entraron en el blog las voces inmisericordes e intolerantes de los fascistas pseudocristianos -el Dios de Jesús es tolerancia y amor, nunca odio- que crecen en la red; individuos y colectivos activísimos que se ocultan -salvo alguna contada excepción- bajo anónimos para verter sus inmundas excrecencias contra personas ¡que no conocen!, pero que no coinciden con su ideología; lo hacen recogiendo los insultos del primero que los echó a la palestra, sin saber de esa persona, si es alguien cabal o desequilibrado.

Unas semanas antes, Jesús Bastante publicó en la misma página un post con el título. "Los ultras y el ‘caso' Victorino Pérez". Allí hablaba de "los emponzoñadores de conciencias, los artistas de la hoguera y la condenación... los profetas de desventuras, los mercaderes del Templo, con nocturnidad, alevosía y amparados en las denuncias anónimas y la presión asfixiante", que me querían a mí también en la hoguera.

Estoy acostumbrado a escribir; he publicado unos quince libros y cientos de artículos; varios miles de páginas. Podría hacerme cargo de un blog y debatir sanamente; se me ha pedido, pero no he accedido porque no quiero entrar en polémicas estériles que sólo sirven para crear malestar. Es imposible convencer de nada a quien no busca la verdad y lo único que persigue es la condena de los que no coinciden con sus dos otres claves obsesivas. Como escribió alguien en uno de los post anteriores: "No sé para qué te cansas, la caverna siempre quiere encontrar herejes a los que mandar al fuego; jamás harán autocrítica".

Pero como los insultos han llegado una y otra vez, compulsivamente, a mi vida privada, a mi casa, alcanzan a mi mujer, y molestan aunque solo sea como lo haría un mosquito sin cerebro, me veo obligado a hacer unas precisiones, pidiendo al responsable de la página que no abra el debate; a lo que ha accedido amablemente y yo se lo agradezco. Estas precisiones son verdad y se pueden comprobar; aunque no las jure, porque la Biblia me enseña a no jurar.

Entre las lindezas que se escribieron sobre mí en ambos post, alguien dice: "Le birló la señora a un feligrés". Otro dice: "el sacerdote se lió con una mujer casada, ésta señora consiguió la nulidad matrimonial alegando trastornos psíquicos del marido por tener celos del cura...".

Respecto a lo primero, me parece intolerable y degradante eso de "birlarle la mujer" a otro ¡Como si las mujeres fueran mercancía, reses o muñecos que se pasan de una propiedad a otra, legal o ilegalmente, sin que ellas puedan decir nada! Se trata de una persona inteligente, libre y mayor de edad.

Del mismo modo, es falsa la segunda afirmación, por más que se haya repetido en algunas webs que se encargan obsesivamente de "autovisitarse" para estar arriba en el buscador, con el fin de que otros muchos lugares de la red en los que aparezco dignamente no estén en primera línea. Como es falso lo que escribió un tal "Emilio-Vigo" -que seguramente no se llama Emilio ni es de Vigo-, que nos insulta a mi mujer y a mí: "Ella se divorció después del adulterio falsificando todo lo falsificable con la complicidad del clero de la diócesis". Seguramente se puede aplicar a quien lo escribe el dicho: "Piensa el ladrón que todos son de su condición".

Son falsas estas afirmaciones porque la señora, que estuvo desafortunadamente casada unos años con el individuo desequilibrado que fue ilegalmente su marido, consiguió en tiempo record la nulidad matrimonial canónica (¿por qué sería?) y sin necesidad de mediar corrupción alguna; decir esto insulta el buen nombre del tribunal diocesano. Y esto significa, también, que el ilegal es ese individuo; según el fundamento de la nulidad del CIC, hoy como ayer, él es quien abusa de un inexistente vínculo matrimonial.

Por lo mismo, no utilicé la defensa del celibato opcional para "encubrir un adulterio", como se dijo: durante mis 25 años de ejercicio diocesano del ministerio siempre defendí en público y en privado, de palabra y por escrito, el celibato opcional; no era nada nuevo.
Por otra parte, los que me conocen saben también más que bien, que en esos 25 años no me he lucrado de tal ejercicio ministerial, cobrando por misas, estipendios, etc. ni guardando para mi provecho las recaudaciones parroquiales, como otros compañeros... Tuve sólo casa prestada y gracias a la diócesis; y pude comprar un coche para el trabajo pastoral cada 6 u 8 años sólo gracias a la ayuda de mis padres. Por ello, es falso también que se escriba que no "juego limpio en nada", ni en el tema del celibato opcional, ni en la opción por los más pobres. En fin, los que me conocen -el que fue mi obispo también, y así me lo expresó- saben de mi sacerdocio "por vocación"; saben de mi compromiso -que me ha traído no pocos problemas...- y de la búsqueda espiritual que he hecho a lo largo de mi vida, con todas mis incoherencias y pecados. Entre otros, hay un libro mío por ahí, escrito a corazón abierto: "Con cuerdas de ternura. Para un encuentro con el Dios de Jesús de Nazaret". Que lo juzgue el lector.
Por mi parte, yo me pongo sin miedo ante el juicio de Dios, el Único con derecho a juzgarme con justicia y en verdad.

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