""Estamos nerviosos todos, pero sobre todo hay mucha ilusión" De Fuentearmegil al Vaticano: La coral soriana cantará este domingo en la Basílica de san Pedro
Llegar desde un pequeño pueblo de la España rural hasta el Vaticano no es fácil, pero este próximo domingo será una realidad para las 21 personas de entre 60 y 81 años que conforman la coral de Fuentearmegil, impulsados por su director, Héctor Díez
La coral de Fuentearmegil, un municipio de apenas medio centenar de vecinos perteneciente a la provincia española de Soria (centro), cantará en una misa dominical que el papa Francisco oficiará dentro de dos días en la Basílica de San Pedro, en Roma
En un principio iban a cantar en una capilla lateral, pero para sorpresa de todos lo harán en la capilla central de la Basílica de San Pedro
"Estamos nerviosos todos, pero sobre todo hay mucha ilusión y deseando que llegue ese momento", asegura Díaz, que explica que en repertorio el coro cantará aleluyas y ofertorios, entre otras piezas
En un principio iban a cantar en una capilla lateral, pero para sorpresa de todos lo harán en la capilla central de la Basílica de San Pedro
"Estamos nerviosos todos, pero sobre todo hay mucha ilusión y deseando que llegue ese momento", asegura Díaz, que explica que en repertorio el coro cantará aleluyas y ofertorios, entre otras piezas
Llegar desde un pequeño pueblo de la España rural hasta el Vaticano no es fácil, pero este próximo domingo será una realidad para las 21 personas de entre 60 y 81 años que conforman la coral de Fuentearmegil, impulsados por su director, Héctor Díez, que ha logrado lo impensable hace un año.
La coral de Fuentearmegil, un municipio de apenas medio centenar de vecinos perteneciente a la provincia española de Soria (centro), cantará en una misa dominical que el papa Francisco oficiará dentro de dos días en la Basílica de San Pedro, en Roma.
Un viaje que además proporcionará a sus integrantes -algunos de ellos no ha subido nunca a un avión o ni siquiera salido de España- la posibilidad de conocer la capital italiana durante el fin de semana antes de actuar en el Vaticano.
Precisamente fue después de varias visitas a Roma con sus alumnos y familia cuando Díez empezó a tramar la posibilidad de llevar a la coral hasta la Santa Sede.
"En el Vaticano vi corales y orfeones tremendos, pero también otras más humildes, y pensé yo tengo que traer aquí a mis 'niños' y tiene que haber alguna manera de solicitarlo", explica el director del coro en una entrevista con EFE.
Una respuesta unánime
Tras dos años sin cantar por la pandemia, que dejó diezmado el grupo, a Díez le volvió la idea a la cabeza.
"Para lo que es un coro en la España rural con gente mayor suena bastante digno, así que les dije: me voy a poner a mirar como podemos ir al Vaticano. Y a la primera dijeron todos que sí, no se si no se lo creían o qué, pero dijeron que si", explica emocionado.
El pasado mayo Díez contrató el viaje: "les dije, si lo conseguimos bien y si no esto se queda en un viaje a Roma y cantamos en alguna de sus iglesias. Ya escribo a cualquier párroco, porque allí todas las iglesias son como catedrales".
Pero meses después, en octubre, el director recibió respuesta del Vaticano, "y con la ingenuidad propia de estos temas me dediqué a preguntar al clero, a directores de otras corales que sabía que habían cantado allí, a investigar ...".
"Hasta un fax enviamos a un cardenal responsable de las ceremonias litúrgicas, pero todo esto ha sido el resultado de la ingenuidad más grande desde el primer momento", reconoce.
Nerviosos e ilusionados
La pequeña coral, que ha sustituido para esta especial ocasión a alguno de sus integrantes de más edad con problemas de movilidad por otros más jóvenes -en cualquier caso o menores de 60- viaja hoy viernes a Roma y regresará el próximo martes.
En un principio iban a cantar en una capilla lateral, pero para sorpresa de todos lo harán en la capilla central de la Basílica de San Pedro.
"La Basílica te dice lo que hay que cantar, te ponen unas condiciones y hay que mandar el repertorio, para que te lo aprueben"
"Estamos nerviosos todos, pero sobre todo hay mucha ilusión y deseando que llegue ese momento", asegura Díaz, que explica que en repertorio el coro cantará aleluyas y ofertorios, entre otras piezas.
"La Basílica te dice lo que hay que cantar, te ponen unas condiciones y hay que mandar el repertorio, para que te lo aprueben", explica.
Pero a pesar de la insólita experiencia que van a vivir, el director de la agrupación asegura que lo extraordinario no es tanto el ir a Roma, "es que seamos un grupo que quedamos para ensayar en el duro invierno soriano. Lo que hacemos va mucho más allá de lo musical".
"No hay nada mas maravilloso que cantar, es una terapia que te deja el cuerpo como si te hubieses dado un masaje y el espíritu como una relajación. Cada vez que sales de cantar sales nuevo. Si estamos dos semanas sin ensayar lo notamos, y yo el primero, en el ánimo", concluye.
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