Un discurso engañador de los obispos de América latina
Cuando, a la lectura de las declaraciones de los obispos, se realiza que las ideologías deshumanizantes que debilitan la búsqueda del bien común, el ejercicio de las libertades y el reconocimiento de los derechos humanos se refiere, no al capitalismo salvaje del cual habla el papa en su Exhortación apostólica Evangelii gaudium, sino al socialismo del siglo XXI que se define como democrático, humanista, cristiano, anti-imperialista, uno se pregunta en que planeta están viviendo estos obispos.
Basta recorrer el camino recorrido por la revolución bolivariana en sus 20 últimos anos para realizar las conquistas en lo social, en lo educativo, en lo de la salud, en lo democrático. Solo, las dos millones y medio de viviendas construidas y entregadas a familias humildes hablan por si solas. La gratuidad completa por la educación, la salud representa un paso importante en el respeto del derecho de todos y todas de tener acceso a esos servicios. Al no ver y al no reconocer esas conquistas del pueblo es ser sea ciego o de mala fe. En el caso de los obispos se trata de la mala fe.
A base de esa misma mala fe, no ven los ataques, bajo distintas formas, de Estados Unidos que quiere cambiar ese régimen revolucionario por un régimen sobre el cual tuviera lleno control de su Estado como de sus riquezas. Los obispos no ven la guerra económica y las sanciones de toda naturaleza que afectan directamente al pueblo en sus necesidades fundamentales. Hablan y actúan como si todo eso de la guerra económica no existiera. Si lloran sobre los sufrimientos del pueblo es puro teatro, pues saben muy bien de donde viene ese sufrimiento del cual quieren hacer responsable la revolución bolivariana. Este es el discurso de los obispos latinos americanos. Hay un sacerdote, jesuita, padre Numa Molina, que denuncia esa doble moral de los obispos.
Díganme ¿cómo uno puede confiar en las palabras de esos obispos, totalmente involucrados en el proyecto de Washington de cambiar el régimen y de volver al capitalismo salvaje? No pueden argumentar que no sabían. Siguen repitiendo el mismo discurso y silenciando los mismo crímenes de Washington contra el pueblo de Venezuela.
De Columbia donde se matan los lideres sociales y donde sectores son victimas de para militares, no se habla nada. De Honduras, donde por miles y miles de ciudadanos abandonan su país por los números problemas que existen de parte de los gobiernos , no se dice nada. Ni si quiera el cardenal Maradiaga alza la voz para denunciar las injusticias y los asesinatos de lideres sociales y periodistas en Honduras.
La Iglesia latino americana no tiene pastores al servicio de los evangelios y de los pobres, sino pastores al servicio del Imperio. Todo lo demás es puro teatro.
Con todo mi respeto
Oscar Fortín
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