LA ESCUELA DE MILETO: TALES

Θαλῆς ᾠήθη πάντα πλήρη θεῶν εἶναι // Tales pensó que todo está lleno de dioses (Aristóteles)
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ESCRIBE: Prometeo.


La filosofía presocrática surge a finales del s. VII a. e. c. en las costas jónicas de Asia Menor. La escuela jónica está formada por los tres filósofos de Mileto, Tales, Anaximandro y Anaxímenes, y por Heráclito de Éfeso.

Aristóteles, en el primer libro de la Metafísica considera a Tales de Mileto el primer filósofo, quien se pregunta por el arché o principio material de todas las cosas:
“Tales, el iniciador de tal filosofía afirma que es el agua (por eso también manifestó que la tierra estaba sobre el agua); y sin duda concibió esta opinión al ver que el alimento es siempre húmedo y que hasta el calor nace de la humedad y de ella vive… y porque las semillas (spérmata) tienen siempre naturaleza (phýsin) húmeda” (Met. I, 983b).


Tales encabeza tradicionalmente la lista de los siete sabios de Grecia y el mismo Aristóteles lo muestra como un sabio enciclopédico, como matemático, astrónomo, físico, ingeniero, filósofo especulativo (metafísico) e incluso comerciante.No cabe diferenciar en el mundo griego entre filosofía y ciencia, pues, todos son simultáneamente filósofos y científicos.

Tales es el iniciador de la geometría teorética, elevando la geometría egipcia del nivel práctico y empírico al nivel de una ciencia abstracta, con axiomas y teoremas (teorema de Tales), tarea continuada por los pitagóricos y sistematizada por Euclides.

La cultura griega no destacó por sus inventos técnicos. Lo propio del talento griego está en la especulación teórica abstracta, en el teorizar (theoreîn), como se muestra en las “formas” o figuras de la geometría.

Como astrónomo se le atribuye la predicción de un eclipse solar. Platón nos cuenta una graciosa anécdota:
“una esclava tracia se burló de Tales, porque mientras observaba las estrellas y miraba hacia arriba se cayó en un pozo, ávido por contemplar las cosas del cielo…” (Teeteto, 174a).


Y Aristóteles en la Política dice que Tales refutó a los que le reprochaban que la filosofía era inútil, demostrando que se podía hacer mucho dinero con una cosecha de aceitunas, aunque el interés de los filósofos no está en enriquecerse. Supo, pues, conciliar la especulación filosófica con la financiera.

De Tales no se conserva ningún escrito y sus ideas nos fueron transmitidas por otros testimonios. Su tesis filosófica fundamental es el que el agua es el principio de todas las cosas. El término principio (arché) significa no solo que es el origen y fin de las cosas (todo procede del agua y todo retorna a ella), sino que el agua, en cuanto elemento natural, es la esencia o naturaleza (phýsis) de todas las cosas (substrato permanente último), y el principio rector del mundo (árchein= gobernar).

Para una mente moderna pudiera parecer ésta una idea muy simple o con sabor mítico, pues ya Homero hablaba del Océano circunvalante como “padre de todas las cosas” (Ilíada, XIV) y el agua aparece también como elemento primordial en las cosmogonías acuáticas de Egipto o Mesopotamia.

Sin embargo, Tales es considerado el primer filósofo porque en él aparece una “ruptura epistemológica” con el pensamiento mítico. A este propósito señala Nietzsche (cfr. La filosofía en la época trágica de los griegos):
“La filosofía griega parece arrancar de un dislate, de la proposición de que el agua es origen y matriz de todas las cosas. ¿De veras es necesario detenerse en ella y tomarla en serio? Ciertamente, por tres razones: primera, porque esa tesis enuncia algo acerca del origen de las cosas. Segunda: porque lo hace sin valerse de la alegoría ni de la fábula. Y tercera, porque comporta, aunque tan solo en forma embrionaria, el concepto de que ‘todo es una’ y la misma cosa”.


Ello significa que Tales realiza por primera vez una explicación naturalista, racionalista y “materialista” del mundo sin recurrir a mitos ni a divinidades.

Además, su teoría supone la unidad esencial de los seres naturales frente a la aparente pluralidad de los mismos. Es decir, todo es Uno, lo que recibe el nombre de monismo ontológico.

Una segunda tesis atribuida por Aristóteles a Tales afirma que “todo está lleno de dioses”, lo que ha de entenderse no en el sentido mítico y antropomórfico de los dioses olímpicos, sino en el sentido que atribuye a la naturaleza (phýsis) un carácter divino (theîon), idea que sostienen también otros presocráticos y filósofos posteriores, en especial los estoicos.

Jaeger interpreta la filosofía presocrática como “teología natural”, frente a la teología mítica de los poetas. Una lectura desde el monoteísmo sería igualmente errónea.(Cfr. W. Jaeger: Teología de los primeros filósofos griegos).

Según Aristóteles, sería la piedra de magnesia la que pudo inducir a Tales a pensar que la materia está animada, debido al fenómeno de la atracción.

A esta concepción de la materia como animada se denomina “hilozoísmo” (de hýle, materia y dzoé, vida). Por ello, podemos llamar “materialista” a Tales, pero no en el sentido de una materia inerte, sino vivificada, sabiendo que no existe todavía una separación de materia y espíritu.
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