Matrimonios entre personas de distinta religión

Las generaciones anteriores a la nuestra desarrollaban sus vidas dentro de un círculo con pocos kilómetros cuadrados con lo que se casaban con gente de la misma cultura y de la misma religión. En la España católica, hace muy poco tiempo, no se podían celebrar esponsales entre distintos credos, ni matrimonios civiles, pero todo eso ha cambiado.

El fenómeno de la globalización, el turismo, la emigración, el deseo de aprender distintas lenguas, el comercio internacional… han hecho que las personas salgan de las fronteras de sus países y en un fenómeno natural, han conocido a otros seres humanos con los que quieren compartir su vida y tener hijos. Y a partir de este momento surgen los problemas.

Indonesia es uno de los 12 países en los que no existe la posibilidad de un matrimonio civil. En la lista aparecen también Israel, Jordania, el Líbano y la mayoría de los estados árabes y en todos ellos sólo los matrimonios que reúnen las condiciones de las religiones reconocidas oficialmente, se pueden inscribir. Algunas parejas de distintas creencias, o de ninguna, se van a un país distinto para celebrar una unión civil, muchos de Oriente Medio escogen hacerlo en Chipre, que se ha dado a conocer como la isla del amor. Pero cuando vuelven a su país de origen encuentran problemas para registrar a sus hijos lo que, en algunos casos, supone dejarles fuera de la educación y de la sanidad públicas.

Ante esta nueva realidad hay campañas en muchos países para introducir el matrimonio civil pero los gobiernos temen que se desencadene la ira de los grupos religiosos con mucha fuerza política. Unos y otros temen que estos matrimonios mixtos acaben necesariamente con uno de los dos esposos convirtiéndose.

Otro problema es que, aunque se superen las barreras legales, hay una fuerte resistencia en la comunidad que exige la conversión de la nueva pareja. En el caso de que ésta no se lleve a cabo, someten al matrimonio al ostracismo o incluso a la violencia. Dicho esto sería mejor que obtuvieran el reconocimiento legal.
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