¿Se abolirá el celibato?
Dice un refrán español que cuando el río suena, agua lleva y estamos en un momento histórico en el que se pone en entredicho la ley del celibato sacerdotal. Algunos dicen que es necesario para paliar la falta de vocaciones sacerdotales, pero a mí me parece que tenemos que plantear el tema desde otro ángulo: ¿es algo que conviene a la Iglesia? Creo que la falta de vocaciones se podría paliar con la admisión de las mujeres al sacerdocio y con el incremento de diáconos permanentes, pero la cuestión es otra
El arzobispo Charles Scicluna, obispo de Malta y adjunto al secretario del dicasterio de la Doctrina de la Fe, en una entrevista celebrada el mes pasado aseguró que había llegado el momento de que Roma revisara la posibilidad del matrimonio para los clérigos. Es una persona que ha estado al lado de muchos papas y al que se le reconoce una gran integridad. Abogado civil y en derecho canónico al que Ratzinger nombró principal investigador de los abusos del clero. Ha sido pastor en muchas parroquias, profesor y conferenciante
Se preguntaba el sentido que tenía el celibato obligatorio en el siglo XXI. Una pregunta que no suponía mermar la belleza del celibato y la heroicidad de las personas que habían aceptado esta ley como un regalo. Le parecía bueno que al menos se revisara ya que, viajando por el mundo entero, había advertido que muchos sacerdotes llevaban una doble vida, algo que no era sano para sus existencias ni para las mujeres y los hijos con los que convivían. Lo malo es que se habían acostumbrado y estaban satisfechos con su situación irregular. Las personas pasan por fases diferentes en su vida y se debía ponderar la fragilidad humana. Muchos de ellos tenían que escoger entre su vida familiar y la institución
Recordaba el éxodo de sacerdotes después del Concilio y que muchos optaron por la vida matrimonial. Después de esta decisión ya no había lugar para ellos en la Iglesia a pesar de su larga experiencia pastoral y amor por la institución. La razón no era otra que se habían enamorado. Algunos cambiaron el catolicismo por otros grupos cristianos que aceptaban el matrimonio de los clérigos y muchos se quedaron perplejos cuando Juan Pablo II, en 1980, aceptó clérigos casados de otras denominaciones para que pudieran ser ordenados
Algunos fieles se preguntaban el motivo de perder buenos sacerdotes por el mero hecho de haberse enamorado y querer contraer matrimonio. El arzobispo considera que sería un gran paso hacia la honestidad y un eslabón de encuentro con la historia ya que antes del siglo XII los sacerdotes casados no eran una excepción. De hecho, durante el primer milenio el celibato fue una opción que se debería recuperar. Respecto al tema del costo de las familias y la relación marido - mujer no había más que asomarse a los pastores protestantes y a la Iglesia oriental que ha tenido la experiencia de muchos siglos de sacerdotes casados
De hecho, la revisión de esta ley se planteó en el sínodo de Amazonas en 2019. La propuesta recibió la mayoría necesaria de los tercios de los votantes, pero el Papa no se dio por aludido. Algo parecido sucedió en el sínodo de la sinodalidad de 2023 y probablemente se volverá a discutir en su reanudación en octubre 2024
¿Veremos la abolición del celibato? Tengo la impresión de que se van dando los pasos en este sentido. Comencé este blog aludiendo a un refrán y termino con otro “las cosas caen del lado que se inclinan”