La brecha del género
Me ha resultado muy interesante leer una investigación de profesores universitarios sobre los orígenes de la brecha del género en la diferencia salarial o puestos de dirigentes entre mujeres y varones. Este trabajo sostiene que los directivos varones invierten más en empresas dirigidas por varones que por mujeres, porque los que tienen en su mano la decisión se han criado en familias donde el padre dominaba, era el proveedor económico de la familia y tenía más educación que la madre. También influía que se hubieran educado en colegios de chicos y haber crecido en zonas de la ciudad donde predominaba este tipo de familia. La conclusión es manifiesta la preferencia de estos CEO por los varones se inició en sus años de formación y ha producido efectos a lo largo de su vida, efectos perjudiciales para las mujeres a las que no han promovido
Nada más leer este artículo pensé en la Iglesia y los problemas que encuentra para promocionar mujeres pues, aunque lo hace de palabra los hechos no confirman lo que defienden. Si aplicamos la investigación a los dirigentes eclesiales nos encontraremos con que la mayoría ha crecido en familias con dominación paterna y posiblemente un padre más educado que la madre. Se han educado en seminarios exclusivamente masculinos y lo que no aparece en el artículo, pues en la vida real se mezclan los hombres y las mujeres, es que se juntan en círculos masculinos. No tienen esposas ni hijas y no está bien visto que frecuenten mujeres
La conclusión es obvia si este estudio se confirma pasarán muchos años sin que la Iglesia vea mujeres entre sus cuadros dirigentes
Nada más leer este artículo pensé en la Iglesia y los problemas que encuentra para promocionar mujeres pues, aunque lo hace de palabra los hechos no confirman lo que defienden. Si aplicamos la investigación a los dirigentes eclesiales nos encontraremos con que la mayoría ha crecido en familias con dominación paterna y posiblemente un padre más educado que la madre. Se han educado en seminarios exclusivamente masculinos y lo que no aparece en el artículo, pues en la vida real se mezclan los hombres y las mujeres, es que se juntan en círculos masculinos. No tienen esposas ni hijas y no está bien visto que frecuenten mujeres
La conclusión es obvia si este estudio se confirma pasarán muchos años sin que la Iglesia vea mujeres entre sus cuadros dirigentes