No lo tienen fácil los miembros de la comisión que ha nombrado el Papa para analizar el tema de las diaconisas en la Iglesia pues se les pide que desempolven la historia donde se van a encontrar argumentos a favor y en contra, en cierta medida dependientes de los ojos del cristal con que los miren ¿Y al final que sucederá? Si cierran la puerta a las mujeres, una vez más, la Iglesia se verá alineada con los países y las comunidades más machistas del globo pero si la abren, se encontrarán de lleno con una revolución interna pues a los conservadores, a juzgar por lo que estamos viendo últimamente, les parecerá sacrílego que haya mujeres revestidas en el altar. Pero tampoco muchas féminas ven positivo que se nombren diaconisas pues creen que antes se debe cambiar radicalmente la categoría del sacerdocio ministerial.

¿Y si por casualidad descubren que el diaconado estaba ligado al sacerdocio? ¿El rechazo de Juan Pablo II, que parece ha refrendado el papa Francisco, servirá de muro de contención de una ola que cada día crece? ¿Se está con esta comisión abordando seriamente el problema de la inclusión femenina a los órganos de gobierno de la Iglesia? Lo que de momento hay que reconocer es la buena voluntad del papa en convocar en poco tiempo a este grupo de expertos

Por todas estas razones me parece que se le ha encargado a la comisión un servicio muy complicado. Espero que no suceda como con la Humanae Vitaeque dejó a muchos fieles desilusionados… aunque nunca se puede contentar a todos. Creo que han convocado la primera de sus reuniones el 19 de septiembre, tienen un mes largo para prepararse pues muchos miembros de esta comisión no son expertos sobre el tema. Es deber de todos los cristianos pedir la intercesión del Espíritu Santo para que los ilumine y sepan escoger lo mejor para la Iglesia. En lo que a mi persona respecta, yo le invocaré para que apoye la inclusión de las mujeres en el diaconado pues creo que es un pasito en la buena línea… pero El sabrá.