Gracias a la educación la fertilidad mundial está cayendo más deprisa que lo que esperaban los expertos de la ONU. Si comparamos cifras veremos que la media de una mujer de Nigeria es tener siete hijos mientras que las de Corea del Sur sólo tienen uno.
Los estudios demuestran que en los países ricos como los Estados Unidos la natalidad ha bajado al 2,4; en los países de la OCDE se mantiene en el 1,7; en las acciones con rentas medias se acercan a 2,3 y sólo en los países pobres los nacimientos son suficientemente altos como para alimentar el crecimiento de la población mundial.
Debido a la crisis los países africanos gastaron menos en educación y las mujeres nacidas en 1980 tuvieron menos escolaridad que sus madres con el resultado de más nacimientos. Si como parece las mujeres van a tener más estudios tendrán menos hijos
¿Por qué las mujeres se embarcan en tener hijos y por qué no? Oumou Nyero vive en una aldea de Níger, tuvo ocho hijos de los que viven siete y afirma que es muy importante tener una gran familia pues desde pequeños trabajan en las labores del campo. Los niños no necesitan supervisión pues, preguntada Oumou por el pequeño de dos años contestó que andaría por el campo También tiene beneficios intangibles pues las mujeres con muchos hijos son mejor consideradas y no tienen el temor de que su marido traiga nuevas esposas a casa
Pero para las familias de países ricos los niños no trabajan de jóvenes, exigen mucha atención y muchos recursos económicos en su educación pues los padres esperan que consigan entrar en una universidad buena para acabar obteniendo un remunerado trabajo. Chung Yen- jeong vive en Seul, la capital de Corea del Sur. Trabaja de traductora en una farmacéutica, tiene 34 años y un hijo. Es mucho más rica que la señora Nyero pero se encuentra con problemas financieros, el primero de ellos es encontrar un apartamento con dos habitaciones de un costo aproximado de 640.000 $ ya que viven en un estudio. No le preocupa nada llenar al frigorífico que era la preocupación mayor de la nigeriana
La presión entre las madres coreanas es enorme pues la costumbre es que los maridos se vayan con sus amigos y no vuelvan a casa hasta entrada la noche. En el trabajo si se quedan embarazadas tienen un año de maternidad pagada pero los empresarios se las arreglan para echarlas antes. La competencia para entrar en las buenas universidades es enorme y las familias pagan grandes cantidades de dinero para que sus hijos aprendan, incluso les mandan la cena para que se queden horas extra en las bibliotecas. Algunas mujeres coreanas van más allá de Chung Yen-jeong pues consideran que incluso un hijo es demasiado
Las mujeres en los países ricos retrasan las maternidades hasta conseguir una educación superior y un trabajo bueno, una actitud muy semejante tienen las mujeres en los países de rentas medias como China donde se calcula que el ratio de nacimientos no supera el 1,6 lo que está empezando inquietar al gobierno chino. En la India que es mucho más pobre se ha llegado al 2,3 gracias a las campañas del gobierno.
Otro de los aspectos que influyen es la emigración del campo a la ciudad donde las viviendas son menores y los niños no se pueden dejar en las calles descontrolados. En Kenia las mujeres rurales tienen cinco hijos pero las urbanitas tres. Pero sin duda lo que más afecta a los nacimientos es la educación de las mujeres ya que les da otras posibilidades como encontrar trabajo y no depender de las exigencias de sus maridos pues son independientes económicamente. La educación sabemos que lleva muchos años y deja a las mujeres que han terminado con muy pocos años de fertilidad. Los estudios hechos en Etiopía demuestran que las mujeres educadas tienen sólo dos hijos mientras que las no educadas tienen seis.
Preguntados que quieren ser de mayores, los hijos de una mujer de Nairobi que vive en un suburbio de la ciudad sin agua corriente y que gana 200 € mensuales de los que gasta 50 en su educación responden: yo médico y el otro, yo abogado