No me canso de decir que me gusta mucho este papa. Tengo la impresión de que sus gestos, vale más la práctica que la prédica, son un programa de gobierno en miniatura y que nos irá ofreciendo todos los días alguna sorpresa, hechos que no formaban parte del guión de los pontífices anteriores.
El nombramiento del general de los franciscanos me ha dado que pensar. Creo que está muy bien elegido, por lo que la gente dice de su persona, pero me ha entrado una duda cuando he escuchado que en el mundo hay 190.000 religiosos y 750.000 religiosas ¿No hubiera sido mejor una fémina para ese cargo? Es verdad, que les nombran obispos a los nominados pero para ejercer esa misión, no sería necesario, porque basta con la tarjeta de visita. Además porque en la cabeza de esa congregación, hay ya instalado un varón, con todas las mitras necesarias.
Ya sé que el papa Francisco no es feminista pero hay que “correr la bola” e ir formando opinión, para que los próximos en el cargo lo tengan en cuenta.