A pesar de que vivimos en un mundo secularizado la fascinación sobre las instituciones de la Iglesia Católica permanecen vivas. Lo demuestra que una revista económica haga la recensión de un libro que habla sobre el papado. La autora se llama Jessica Warnberg y su libro City of Echoes (La ciudad de los Ecos)

Empieza la obra afirmando que el papado es una de las instituciones más duraderas de la historia y una de las más extrañas. Advierte que han existido papas rivales, un pontífice inglés e incluso la leyenda habla de una mujer papisa. El libro abarca desde San Pedro en el siglo primero hasta Francisco actualmente. No trata de los Borgia corruptos ni de los Medici, lo que resulta ya muy extraño pues suele ser un tema muy manido y recurrente

Se centra en los primeros siglos cuando el cristianismo nació bajo la sombra hostil del Imperio Romano. Comete bastantes errores, como cuando afirma que Julio César fue emperador, pero en general el relato de la forma en la que el papado se convirtió en un actor principal del sistema político, está bien desarrollada. Nos informa de que empezó teniendo complicadas relaciones con los emperadores romanos y con los reyes europeos, especialmente los franceses que consiguieron la mudanza del papado a Aviñón. También con Napoleón tuvieron escaramuzas, pero hay que reconocer que la reforma, llevada a cabo por Lutero, fue la mayor amenaza para la institución

Sobresalen dos grandes temas en el libro. El primero es la reacción siempre reaccionaria con los movimientos de cambio. Los papas en general han estado a favor del poder contra los liberales y reformistas. En el siglo XIX, Gregorio XVI condenó el ferrocarril, considerándolo unas “carreteras al infierno” e incluso rechazo las farolas en su territorio. Dos apuntes para que los lectores vean su postura reaccionaria a los grandes avances de la técnica

El segundo tema es la relación que tiene el papado con el gobierno italiano y sus habitantes. Roma parece a veces ingobernable y la autora considera que los papas son una de las razones de este desgobierno. Aunque los italianos ya no confiesen pertenecer a la Iglesia católica su influencia es palpable. La última evidencia que propone el libro, es la política conservadora que lleva a cabo la actual primera ministra, Georgia Meloni, que es contraria al matrimonio homosexual y al aborto, dos temas que para una revista de izquierdas son impensables. Al final considera que la influencia de nuestro Papa actual persiste en la sociedad

No creo que este libro tenga interés más que para los historiadores, pero me ha resultado curioso que resalte su recensión en este semanario en el que aparecen pocas noticias religiosas ¿Qué interés podía tener para la revista? ¿qué mensaje quieren mandar a los lectores? Si fuera para poner verde al papado tendría la autora que haber mencionado a los Borgia, pero no lo hizo, con lo que me quedo con la duda