¿Coaliciones? Los dos caballos y el león de Don Juan Manuel
¿Termina ahí la historia? Sí. Pero luego viene la enseñanza del ayo Patronio al Conde Lucanor, que le ha pedido consejo en el trace de pactar con un enemigo frente a otro enemigo común más poderoso que ambos. ¿Habrá que dar por buena la coalición? Hay que ir probándolo hasta fiarse, viene a decirle su maestro. Y si después de uniros frente al peligro común, encontráis en el aliado buenas obras y fidelidad, de modo que estéis seguros de que nunca tramará vuestro daño, adelante. Pero si falta esa fidelidad y no os inspira la necesaria confianza, mejor romper lo más pronto posible.
En el lance poselectoral no vamos a entrar en siglas de partidos y aplicaciones concretas. Cada un vea donde quiera al león y a los caballos a la defensiva. Caben perspectivas diversas. Sin olvidar, claro, el bien de los ciudadanos.
Como de costumbre, el autor lo deja en unos versos finales a modo de moraleja, que traducidos al castellano actual vienen a decir:
“Estando vuestras tierras protegidas de daño,
evitad las argucias que urden los extraños”.