¿Coaliciones? Los dos caballos y el león de Don Juan Manuel

Hace siete siglos lo dejó escrito el Infante Don Juan Manuel (1282-1349) en su Libro de Patronio o del Conde Lucanor. La doctrina sobre el peligro de las coaliciones es muy antigua. En su Exemplo o Cuento IX presenta la coalición de dos caballos contra un león, su enemigo común. No vamos a entrar en los detalles del hermoso relato. Los políticos –si no es mucho suponer- tendrán alguna memoria de él por las clases de Literatura en Enseñanza Secundaria. Los dos caballos, que se llevaban a matar y causaban mucho enojo a sus dueños, son encerrados en un patio donde les aguarda un león enjaulado. Les sueltan el león para que acabe con ellos. Los dos enemigos que hasta entonces se odiaban a muerte se lanzan contra él a coces y mordiscos y logran deshacerse de la fiera. Los equinos viven ahora como amigos, se alojan en la misma cuadra y comen del mismo pesebre.

¿Termina ahí la historia? Sí. Pero luego viene la enseñanza del ayo Patronio al Conde Lucanor, que le ha pedido consejo en el trace de pactar con un enemigo frente a otro enemigo común más poderoso que ambos. ¿Habrá que dar por buena la coalición? Hay que ir probándolo hasta fiarse, viene a decirle su maestro. Y si después de uniros frente al peligro común, encontráis en el aliado buenas obras y fidelidad, de modo que estéis seguros de que nunca tramará vuestro daño, adelante. Pero si falta esa fidelidad y no os inspira la necesaria confianza, mejor romper lo más pronto posible.

En el lance poselectoral no vamos a entrar en siglas de partidos y aplicaciones concretas. Cada un vea donde quiera al león y a los caballos a la defensiva. Caben perspectivas diversas. Sin olvidar, claro, el bien de los ciudadanos.

Como de costumbre, el autor lo deja en unos versos finales a modo de moraleja, que traducidos al castellano actual vienen a decir:

Estando vuestras tierras protegidas de daño,
evitad las argucias que urden los extraños
”.
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