El PP valenciano es especialista en provocar polémicas absurdas e inútiles, como cambiar el nombre del escritor Enric Valor por el de España a una calle de la población de Mutxamel. Y después dicen que no son nacionalistas.

No sé si es que el PP no tiene memoria o bien es que, directamente, le encanta hacer el ridículo. El último “numerito de circo” del PP valenciano ha sido la propuesta de la Sra. Mª José Català, regidora del PP en el ayuntamiento de València, que ha pedido al alcalde de la capital del País Valenciano, Joan Ribó, que la Sra. Rita Barberà sea proclamada “Alcaldesa Honoraria” de la ciudad de València.

No tendría nada que objetar a esta petición de la Sra. Català, si no fuese porque el PP valenciano (en la última etapa de la exalcaldesa Barberà), la vilipendió y la sometió a un acoso y derribo, hasta el punto de pedirle que abandonara el partido y también (incluso con los votos del PP valenciano) que dejara su acta de senadora por designación autonómica.

Jesús de Nazaret calificó de sepulcros blanqueados a los fariseos y a los maestros de la Ley así: “Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que sois como sepulcros blanqueados, por fuera parecéis gente de bien, a los ojos de los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía” (Mt 13:27-28).

¿Cómo es posible que el PP valenciano (y también los dirigentes estatales de este partido como los Srs. Javier Maroto y Pablo Casado) que arrinconaron a la Sra. Barberà, ahora, sin ningún tipo de rubor, el PP valenciano haya pedido para la Sra. Rita Barberà el título de Alcaldesa Honoraria? El grado máximo de hipocresía y de fariseísmo es la Sra. Català pidiendo esta distinción para la Sra. Barberà, cuando la misma Sra. Mª José Català votó a favor de que la exalcaldesa de València dejara el Senado.

Y es que el PP valenciano parece que no tenga memoria. Suerte tenemos de la hemeroteca, que nos recuerda la actuación del PP valenciano en relación a la Sr. Rita Barberà.

El PP valenciano pidió a Rita Barberà que dejara el Senado (Levante, 15 de septiembre de 2016) e hiciese un paso atrás y dejara también la presidencia de la Comisión Constitucional del Senado. Así se lo pidió, ni más ni menos que el Sr. Pablo Casado, en aquel momento vicesecretario de Comunicación del PP (Levante, 8 de febrero de 2016) y actualmente, presidente de este partido.

Por eso la Sra. Rita Barberà, harta de la presión del PP para que se diese de baja del partido, abandonó el PP (Levante, 16 de septiembre de 2016) pero conservó el acta de senadora.

Otra voz “popular” que presionó a la Sra. Barberà fue el Sr. Alfonso Alonso, en aquel momento presidente del PP del País Vasco, que dio un ultimátum a la Sra. Barberà en estos términos: “Si no toma una decisión hoy, la habrá de tomar el partido” (El Plural, 14 de septiembre de 2016). Y por eso el PP le aconsejó a la Sra. Barberà que dejara el partido en 24 horas, porque si no, el PP le enseñaría muy “amablemente” donde estaba la puerta de salida del PP.

Otra voz que presionó a la exalcaldesa de València fue el ministro Luis De Guindos, que decía que “Rita Barberà habría de entregar el acta de senadora”. Y añadía aun en relación a la militancia de Rita Barberà: “Si Barberà no se hubiese dado de baja voluntariamente, lo habría hecho el partido” (Cambio 16, 15 de septiembre de 2016)

La Sra. Barberà, que ahora el PP valenciano quiere homenajear, finalmente solicitó la baja del PP, porque el partido (que ahora quiere que sea “Alcaldesa Honoraria”), se lo pidió.

También el Sr. Javier Maroto, en aquel momento vicesecretario de Acción Social del PP, aseguró que la Sra. Rita Barberà estaba haciendo daño al partido y afirmaba que si no se daba de baja del PP, lo harían ellos. El Sr. Maroto, en referencia a la Sra. Barberà, decía: “No es ejemplar mantenerse en el escaño exclusivamente para disfrutar de una posición de aforo”. Y como he dicho antes, el Sr. Pablo Casado, en aquel momento vicesecretario de Comunicación del PP, pidió a la Sra. Rita Barberà que dejara la presidencia de la Comisión Constitucional y que voluntariamente dejara también su escaño en el Senado (El Mundo, 8 de febrero de 2016).

También en las Corts Valencianes, todos los grupos parlamentarios (con la Sra. Mª José Català que ahora pide esta distinción para la Sra. Barberà), firmaron una propuesta conjunta pidiendo que Barberà renunciara al acta de senadora, “para salvaguardar la dignidad de la representación de los valencianos” (El Correo, 15 de septiembre de 2016).

Y la Sra. Bonig, actual presidenta del PP valenciano, decía que “una trayectoria tan brillante como la de Barberà, merece una salida digna y por eso habría de dejar su acta de senadora”.

El Diccionari Normatiu Valencià define la hipocresía como “la simulación de cualidades y sentimientos que no se tienen”. No sé si los que ahora piden este título honorífico para la Sra. Barberà no saben el significado del término “hipocresía”, o bien les es igual todo.

El papa Francesc, el pasado 19 de febrero, comentando el profeta Isaías (Is 58:1-9), decía que la Cuaresma era una oportunidad para reconocer las propias incoherencias y para identificar las capas de maquillaje aplicadas para esconder la realidad. Y por eso Francisco decía que “los cristianos no han de ser hipócritas, con el alma maquillada”. En otra ocasión el papa decía que “la hipocresía es el lenguaje de la corrupción, no el lenguaje de la verdad”. Y el 2 de enero de 2019, el papa Francisco pidió a los hipócritas que no fuesen a misa.

En la Eucaristía en sufragio de la Sra. Barberà, en la catedral de València, el 28 de noviembre de 2016, el arzobispo de València hizo referencia en su homilía, “a las injusticias graves que con ella, con nuestra hermana Rita, se cometieron”. El cardenal es referí a “la condena injusta por los poderes de este mundo, muchas de ellas infernales”.

Y aún, el cardenal Cañizares pidió “que no hagamos más víctimas ni condenemos fuera del tribunal legítimo y justo, ni sentemos a nadie en el banquillo de los medios” y también “que no hagamos sufrir a tantos con la mentira, juicios temerarios, odios y venganzas”. El cardenal Cañizares, con sus palabras, seguramente pensaba más en los jueces y en los medios que en el PP. Pero sus palabras también podrían aplicarse al PP, que dejó sola a la Sra. Barberà, pidiéndole además que abandonara el PP.

El que sí que está claro es el fariseísmo y la hipocresía de los que hicieron todo lo posible por sacarse de encima a la Sra. Barberà y ahora (como si nunca hubiesen dicho ni hecho nada en contra de la exalcaldesa de València) piden que sea designada “Alcaldesa Honoraria”.

Las personas amargaron la última etapa de la vida de la Sra. Barberà, habrían de leer el capítulo 23 del Evangelio de San Mateo cuando dice: “Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que sois como los sepulcros blanqueados, por fuera perecen gente de bien, a los ojos de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía” (Mt 23:27-28).

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