(Jesús Bastante).- Era un secreto a voces, pero Francisco no lo confirmó hasta el final de la misa de clausura de la JMJ de Río. "Nos vemos en Cracovia en 2016", dijo el Papa. La ciudad polaca, "patria chica" del beato Juan Pablo II, que en los próximos meses subirá a los altares, acogerá esta jornada, que instituyó el propio Wojtyla.
Ya antes de comenzar la Eucaristía -y como sucediera con los brasileños en Madrid- eran muchos los jóvenes que, ataviados con banderas polacas, blancas y rojas, se colocaban en las primeras filas. Incluso, en la consagración, se llegó a ver algún sacerdote con bufandas de su país.
Dentro de tres años, pues, Polonia volverá a acoger una JMJ, tras la experiencia de 1991, cuando la elegida fue Czestochowa, y servirá para conmemorar el décimo aniversario de la muerte de Karol Wojtyla, y el primer viaje de un Papa a la cuna de su antecesor polaco después de canonizarlo.