Bizantinismos sobre la misa tradicional que no disimulan el odio a la misma.

Estoy asombrado de lo que leo en algunos sobre el modo extraordinario. Buscándole ya no tres pies sino veinticinco al gato. En algunos casos juridicismo a tope en los que abominan de todo juridicismo. En otros pura y simple animadversión que quieren disimular con insostenibles afirmaciones de que no hay que ser más papista que el Papa.

¿Quiere el Papa la misa tradicional? Parece evidente que sí. En otro caso no hubiera publicado el Motu proprio. ¿La quiere como misa única y universal? Es evidente que no. Ya que si la quisiera así lo habría promulgado. ¿Hay extremistas que la consideran la única misa válida? Algunos aunque poquísimos. Y de eclesialidad muy dudosa. ¿Hay quienes consideran que el motu proprio es una chochez del Papa y que hay que opnerse a él con uñas y dientes? Unos cuantos, obispos incluidos, aunque disimulen las uñas y los dientes. ¿Hay obispos que, declarándose fidelísimos al Papa, obstaculizan cuanto pueden la misa tradicional? Haylos. Unos, negándola. Otros, siendo cicaterísimos con ella. Y los más esperando a ver como pajea el viento. Pero sin mover un dedo.

Hay numerosos documentos papales recomendando el rezo del santo rosario. Pero como no dicen que deberá rezarse en todas las iglesias a las siete de la tarde, o una vez al día, siempre podrá haber obispo que diga que en sus iglesias no se reza porque el Papa no ha fijado hora ni señalado obligación estricta. Pues más o menos.

El Papa no ha dicho que en todas las diócesis deba celebrarse la misa tradicional. Al menos una de entre las cientos o miles de misas que cada día se celebran en cada obispado. Ciertísimo. Pero también es seguro que no le parecería mal que se hiciera. Alguna, una sola. ¿Quien secundaría mejor la voluntad papal? ¿El obispo que estableciera, motu propio, una misa así celebrada en su catedral o el que esperara a ver si alguien se lo pide y cuando se lo piden poniendo toda clase de zancadillas o trabas?

Todos conocemos la literalidad del Motu proprio. Grupo estable de fieles, petición al párroco... Pero conocemos también lo que ha ocurrido y está ocurriendo. El grupo de fieles no me vale porque no son todos de mi parroquia, cosa que por otra parte no está especificada en el documento. Tengo muchas más cosas que hacer que decir esa misa que ni sé ni pienso aprender. Déjense ustedes de bobadas y oigan la misa que hay para todos. Yo se la diría a ustedes pero no me atrevo porque mi obispo me la montaría...

Y si tras todo eso acudes al obispo te encuentras con que te echa una bronca y te dice que te atengas al reglamento. Como aquellos funcionarios que tras estar dos horas en una cola te despiden desabridamente porque te falta una póliza. Y cuando le preguntas que tipo de póliza y donde se adquiere te contestan que te leas el Boletín Oficial. Y ni que decir tiene que con cara de poquísimos amigos.

Si un obispo dispone que en su catedral se celebre una misa, sólo una, según el modo extraordinario está mucho más en sintonía con el Papa que lops que no mueven un dedo para que en su diócesis se pueda celebrar y sí las dos manos para impedirlo. Y a veces hasta los pies. Tratando a patadas a los solicitantes.

Pero nuestros queridos y respetados obispos tienen muy fácil salir de sus dudas en el caso de que las tuvieran. Solos o en comandita que pregunten a monseñor Pozzo si el Santo Padre se llevaría un gran disgusto si en sus catedrales se celebrara los domingos una misa, sólo una, según el modo extraordinario. Si no lo hacen es porque están seguros de la respuesta. Yo también.

Y lo que ya es de traca es el argumento de que como hay algún demente que considera herética la misa del novus ordo no se puede autorizar el tradicional. ¿Vale también la viceversa? Porque también hay dementes en el otro lado.
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