Ayer fue día intenso. La mañana en el Cerro, la tarde en Toledo.

Muchísimos cardenales, arzobispos, obispo y fieles. Muchísimos abrazos. La archidiócesis toledana en su página web da el nombre de 52 prelados asistentes. Y falta alguno. Porque yo vi, por ejemplo, a Don Fernando Sebastián que no está en la lista. Y también me pareció ver a Torija aunque a éste le tengo más despistado, y tampoco figura entre los asistentes.

Era obvio constatar que en Toledo había el doble de prelados que en el Cerro. Aunque disten apenas 50 kilómetros. También pensé que el nuevo arzobispo tal vez haya pensado que tanto obispo, tanto abrazo y después, tan poco voto. Allí estaban el que le derrotó para el Ejecutivo y el que le derrotó para la Permanente. Con los votos de muchos de los también presentes.

De la ceremonia sólo diré que la homilía me pareció flojísima y la música no me gustó nada.