Otra ofensiva contra el Papa.
El obispo lefebvrista Williamson hizo una desafortunadísimas declaraciones sobre el holocausto. Que en nada comprometen a la religión. En todo caso reflejan su ignorancia sobre un hecho histórico completamente ajeno a la Iglesia. No es de fe católica creer que existió Napoleón, que los Estados Unidos lanzaron dos bombas atómicas sobre Japón o que Hitler exterminó a seis millones de judíos. Si algún necio no cree eso no tiene la menor obligación de confesarse de ello. No tiene nada que ver con la religión.
Williamson no fue excomulgado en su día por sus opiniones sobre la Shoah. Si se le levanta la excomunión fue también por otros motivos en los que nada tienen que ver Hitler y los judíos. Puedo hasta entender que si los obispos integristas se reintegraran a la plena comunión con Roma y se les encomendara un ministerio pastoral a Williamson se le tuviera al margen del mismo pero en base a consideraciones distintas de las que algunos, tan ignorantes como él, pretenden.
Un obispo no puede sostener opiniones extravagantes aunque no tengan nada que ver con la religión. Porque para su desempeño ministerial necesita un respeto que si lo ha echado a perder le incapacita para el mismo. Si un obispo hiciera declaraciones públicas manifestando que los antibióticos son un camelo que no sirve para nada, que no se deberían estudiar matemáticas porque son un conocimiento inútil o que Obama es un extraterrestre su problema no es religioso. Aunque estaría inhabilitado para el ejercicio episcopal. Pero por perturbado.
Y si ese obispo hubiera sido excomulgado y la Iglesia por los motivos que fueren juzgara que se le debía levantar la excomunión, ese acto no supone el rechazo de los antibióticos, de las matemáticas o considerar al presidente de los Estados Unidos un ser proveniente de una desconocida galaxia. Que serán cretinadas supinas pero totalmente ajenas a la pena canónica de la excomunión.
Pues si ya teníamos a un obispo majadero ahora se une otro al clan. El de Estocolmo. El Papa conocía el pensamiento de Williamson porque yo se lo avisé. Estocolmo es una diócesis de chichinabo que apenas tiene cien mil católicos entre una población de diez millones. Algo así como Solsona o Guadix. Si alguien piensa que una información de cualquiera de esos obispos nada más llegar a Roma es pasada inmediatamente al Papa es que todavía es más necio que Williamson o Arborelius que es como se llama el prelado de la capital sueca. Y cabeza de un catolicismo tan pujante que hasta su obispo es un italiano.
Pues este bobo a buscar su minuto de popularidad con el que yo ya lo avisé. De popularidad como elemento de una campaña contra el Papa.
Monseñor Fellay destituyó a Williamson de sus cargos en la Fraternidad y le impuso silencio. Creo que en Roma deberían hacer algo parecido con ese Arborelius de las narices. Por idiota. Y como es carmelita a terminar sus días en las Batuecas.
Y los católicos a redoblar nuestras oraciones por Benedicto XVI. Que el Señor le conserve y le de vida, le haga dichoso en la tierra y no le entregue a la voluntad de sus enemigos. Se llamen Williamson, Arborelius o como se llamen.