La polémica está servida.

Don José Ignacio Dallo es mi amigo. Muy querido. Desde hace mucho tiempo. Disfrutamos esa amistad. Y hay algo más. Hoy mismo le he enviado mi colaboración doscientas para su revista Siempre p'alante. Una revista en la que has colaborado casi diez años ininterrumpidamente es ya muy tuya.

Una mención mía, incidental, a su persona hizo que algunos comentaristas arremetieran, creo que sin base ninguna, contra él. Y se manifiesta dolido.

Yo no publico en mi Blog, salvo contadísimas excepciones, cosas que no sean mías. Para eso están los comentarios. Pero los amigos son los amigos y, además, creo que tiene mucha razón. Pues ahí va lo que me ha remitido.

No necesito decir que lo hago mío. En otro caso no lo hubiera publicado.

COMO HIJOS DE LA LUZ
Querido amigo don Francisco José Fernández de la Cigoña:
Por el artículo tuyo Episcopalia CXCIX que me enviaste y que aparece publicado en nuestro quincenal SIEMPRE P’ALANTE de 1 de Enero 2008, página 9, me entero de que una alusión accidental tuya a mi persona me ha colocado en el centro de los insultos de una polémica sobre unos pelotilleros a favor del nuevo arzobispo de Pamplona, Mons. Francisco Pérez González, en detrimento del anterior arzobispo Mons. Fernando Sebastián Aguilar.
Dices: “En mi Blog, La Cigüeña de la Torre, comenté un escrito que firmaba "Un sacerdote navarro". El artículo me pareció tan absolutamente pelotillero, tan rastreramente adulador con el nuevo arzobispo que lo critiqué.
En mi artículo mencioné a varios queridísimos amigos navarros. Fallecidos unos y vivos felizmente otros. Carlos Etayo, Rafael Gambra, Javier Lizarza, Ángel Garralda, José Ignacio Dallo, José Mari y Asun. Y podría haber citado a unos cuantos más. Y sólo dije de ellos dos cosas. Que fueron y son, los que viven, queridísimos amigos. Y que jamás noté en ellos ese asqueroso pelotillerismo. Todos fueron, o son, hombres y mujeres cabales. Siempre se comportaron como tales. Jamás les vi doblados. Ni quebrados. Y convencido estoy de que antes se quebrarían que doblarse. Por eso son, o fueron, mis amigos. A los mierdas nunca les he querido entre mis amistades.
Pues esa mención entre mis amigos, nunca doblado ni quebrado, de Don José Ignacio, levantó una serie de odios que no soy capaz de entender. Fuiste, queridísimo director, de una alusión accidental, el centro de la polémica.
Nada tenía que ver contigo la tesis del artículo. Que era la constatación de un pelotillerismo repugnante en unos sacerdotes de la diócesis. No necesito decirte que mi amigo eres tú. Por tantos motivos. Sacerdotales. Y si hay que entrar a saco, en la revista o en mi Blog, no me van a doler prendas. ¿Empiezo a contar historias de ese cabildo del que te han echado? ¿Alguna que tal vez no conozcas porque es más propia de crónicas del corazón que de nuestra revista?”
ENTERADO, pues, por tu Episcopalia, querido Don Francisco José, de esta polémica que se entablaba en tus dominios y me afectaba, me he asomado a tu blog La Cigüeña de la Torre, he comprobado la serie de odios y envidias a que te refieres y he tomado nota de unos cuantos autores escondidos bajo pseudónimos de los que más agresiva y gratuitamente me insultan o se refieren a mí. A ellos, -y antes de que tú cuentes en tu blog historias de ese cabildo del que me han echado, o tenga yo que contar en SP con nombres y apellidos de canónigos el escándalo permanente capitular eucarístico mantenido hasta el día de hoy en la Catedral de Pamplona-, a ellos -a las personas que respondan a los pseudónimos “pasabaporaqui”, “Xavier de Iranzu”, dallus”, “ora pro nobis”, “uno más”, versus”, “comentarlo” “alberto” “susana de pamplona”, etc,- con caridad cristiana les INVITO, en nombre de su propio honor, de la verdad y de la justicia, a que salgan de su anonimato, e identificadamente, cara a cara, ejercitando “inter te et eum solum” la corrección mutua evangélica fraterna, me comuniquen documentadamente sin nuevos insultos qué es lo que tienen contra mí, para que pueda preeucarísticamente corregirme, o me atiendan información y explicación en todo su rigor cronológico y lógico de hechos, dichos y acontecimientos de los que fui protagonista o víctima, para que, retractando sus prevenciones contra mí, purificados del mal corazón que significa cualquier insulto contra el hermano, puedan comer, sin juicio de condenación, el cuerpo de Cristo.
Así pues, y a partir de esta citación de 11 de Enero y hasta el 11 de Febrero, os emplazo a las personas que respondan a los pseudónimos citados a que me enviéis vuestra individual e identificable respuesta, directa o en mensaje, uno a uno, a la sede de la UNIÓN SEGLAR DE SAN FRANCISCO JAVIER / Quincenal Navarro Católico SIEMPRE P’ALANTE, C/ Doctor Huarte, 6 - 1º izqda. 31003-Pamplona (Navarra-España). Teléfono 948 246306 E-mail spalante@siemprepalante.es, a fin de que podamos concertar lugar, día, fecha y detalles para un individual, satisfactorio, informado y cara a cara reconciliador encuentro. Dios conoce los corazones. Sobre mis intenciones, os adelanto que sólo por mi lucha por la salvación de las almas en la defensa de los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, “sufro dentro de mi Iglesia estas cadenas”.

José Ignacio DALLO LAREQUI
Volver arriba