Creativos para ser solidarios
Las riquezas almacenadas mientras otros pasan hambre, sin injustas
Jesús en el evangelio habla de U¡un administrador astuto que, previendo el despido en su cargo, inventa sus artimañas para ganarse el favor de los subordinados. ¿Cómo es posible que Jesús traiga como ejemplo a un administrador que fue destituido por marrullero y sinvergüenza? ¿es un buen modelo a seguir? La parábola trae dos enseñanzas: los cristianos deben ser creativos, y compartir los recursos que tienen.
Es evidente que Jesús no aprueba las maniobras del administrador para beneficiarse con el dinero que no le corresponde. El mayordomo de la parábola se ha dejado llevar por la codicia que es como una idolatría, pues da valor absoluto a lo que sólo tiene un valor relativo; en ese mismo evangelio se insiste una vez más en que no se puede servir a Dios y al dinero. Lo que se alaba en ese administrador infiel es su creatividad para encontrar salida y abrir porvenir. Alabanza que indirectamente interpela también a los cristianos: ¿por qué reducen el cristianismo al cumplimiento de unas prácticas religiosas ritualmente prescritas y no son más creativos para emplear sus talentos en construir una sociedad más humana y más fraterna?
Y otra enseñanza viendo la astucia del administrador que trata de hacerse amigos que le acojan cuando le despida el amo: “haceos amigos con las riquezas injustas”. Da por supuesto que las riquezas almacenadas para la propia seguridad mientras hay personas que no pueden comer, son “injustas”. Luego compartir lo que uno es y tiene con los demás no es optativo, ni pertenece a eso que algunos llaman “obras de caridad”. Es más bien imperativo de la “nueva” justicia. Y digo “nueva” porque se inspira en la misericordia, sentimiento de Dios mismo en nosotros que respiramos en el encuentro que llamamos gracia.